El 52% de las parejas jóvenes cree que tener hijos les limita
Sólo un 16% de las familias dice no tener tensiones por las tareas del hogar
El 69% de los hombres españoles aboga actualmente por un modelo igualitario
Esther Mucientes
Madrid
jueves 25/11/2010
La familia donde los roles entre sus miembros son igualitarios contribuye más que la conocida como familia tradicional (los roles son desiguales entre padre y madre) al bienestar de los niños españoles. Así se desprende del informe 'Infancia y futuro. Nuevas realidades, nuevos retos' realizado por la Obra Social de la Caixa.
El estudio señala, por tanto, que la poca implicación del padre entre los 0 y los 10 años aumenta la probabilidad de que los hijos presenten desafección escolar, baja competencia emocional y tasas más elevadas de obesidad.
Lo mismo ocurre tras un proceso de divorcio, cuando el padre no convive con el menor o los conflictos provocados por criterios educativos discrepantes entre progenitores, pueden erosionar las bases de la autoridad parental e impedir ejercer niveles adecuados de supervisión y control.
Más de la mitad de los padres con niños de 5 a 10 años, están altamente implicados en la crianza de sus hijos
Las familias favorables a un modelo tradicional, con reparto estricto de roles, constituyen un reducto cada vez más minoritario que va siendo reemplazado rápidamente por padres que expresan preferencias por un modelo igualitario.
De esta manera, el vínculo que sustenta el entramado familiar (relación de compromiso de una pareja) también ha cambiado y por tanto el valor de los hijos también se ha modificado.
"Durante los primeros años de vida, las prácticas parentales de cuidado e interacción intergeneracional resultan cruciales para el desarrollo del menor, puesto que de la dedicación y pericia de los padres dependen en buena medida la salud y bienestar del niño y el desarrollo adecuado de sus habilidades sociales, cognitivas y lingüísticas", explica el estudio.
De hecho, el 69% de los hombres españoles aboga actualmente y según la encuesta, por un modelo de familia igualitaria o simétrica.
Por tanto, la participación de la mujer fomenta que los hombres se acojan a los permisos y se impliquen en la crianza desde el nacimiento del hijo. Y también sucede a la inversa, puesto que la encuesta evidencia también que, cuando los hombres se implican, ellas se sienten menos culpables y menos obligadas a abandonar el empleo o la formación.
En el hogar
Por otro lado, el papel de la mujer también ha cambiado, pero el papel de la madre trabaje fuera de casa o no, no se ha modificado. Así, el informe pone de manifiesto que en los hogares donde las madres trabajan éstas mantienen los mismos "estándares de estímulo y de vínculo con los hijos" que en los que se dedican exclusivamente a las responsabilidades domésticas.
Aún así, las discusiones por las tareas del hogar y la educación de los menores están presentes en casi todas las parejas. Así, un 63% de los hogares menciona episodios de tensión ligados a la falta de tiempo personal para relajarse o desconectar; un 49% reconoce situaciones de tensión provocadas por le reparto de las tareas domésticas; y un 28% se refiere a las tensiones por el cuidado de los niños. Sólo un 16% asegura que no se producen tensiones por estas razones.
El informe también analiza la caída de la natalidad en España. Según éste, el 52% de las parejas jóvenes españolas está de acuerdo en que "tener hijos limita demasiado la libertad de los padres".
Y además, en el caso de las madres que ya tienen un hijo frenan tener más por las dificultades que en algunos casos ha supuesto el primero. Ahora bien, el primer motivo elegido por los españoles para aumentar la familia que "tener hijos produce un sentimiento especialmente gratificante".
En cuanto al modelo de una buena infancia, el estudio asegura que un modelo de "buena infancia" es aquel que se desarrolla en el hogar, supervisado por un familiar.
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/11/25/espana/1290683081.html
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