La madre de Valladolid primero drogó a sus hijos y luego los asfixió

Un coche sale del domicilio de la presunta filicida.

La Policía cree que llevaban 9 horas muertos cuando dio el aviso.
El divorcio estaba bajo la lupa de los servicios sociales municipales
I. Arrúe / Laura Cornejo
Valladolid sábado 11/12/2010
Primero drogados y luego asfixiados. Esta es la secuencia del asesinato de los dos hermanos de Parquesol , María, de 11 años, y Jairo,. de 9, que manejan los investigadores del caso, tras la autopsia practicada este viernes. Ahora, falta escuchar a la madre, María del Carmen S.C., que tardará en declarar ante el juez, ya que permanece detenida y sedada desde que dio aviso del doble homicidio a un vecino del bloque 7 del número 54 de la calle Adolfo Miaja de la Muela.
El Juzgado de Instrucción 1 decidió este viernes enviar el contenido gástrico de los menores, entre otras muestras, al Instituto Nacional de Toxicología, ante la sospecha de que pudiera haber utilizado la progenitora alguna sustancia de somnífero. Los resultados de avance se conocerán el lunes o el martes.
Pero entre tanto, los investigadores han podido delimitar que los niños llevaban entre 8 y 10 horas muertos cuando María del Carmen avisó a su vecino de la muerte de sus hijos. Lo dijo este viernes el propio subdelegado del Gobierno, Cecilio Vadillo, quien habló de "bastantes horas antes" y lo sospechan expertos consultados por Elmundo.es.
Y en estas hipótesis, las fuentes solventes consultadas coinciden en que María del Carmen pudo haber planeado un suicidio ampliado, en el que ella misma se quitara la vida tras hacerlo con sus hijos, aunque al final se acobardó.
Todo ello, en un contexto de depresión acelerado en las últimas semanas, aunque se inició hace un año y medio cuando la madre se separó de O.S., su marido. Cuando la relación marchaba bien, en el residencial San Cristóbal llamaban a los cónyuges los 'Beckham' porque era la pareja ideal. Guapos, educados y con niños encantadores.
Pero en 2009 se acabó todo y empezó un "divorcio difícil", según fuentes consultadas. Tanto, que los Servicios Sociales del Ayuntamiento habían intervenido por denuncias en la pareja. En el fondo del deterioro en las relaciones, según apuntaron fuentes llegadas a la pareja, podría subyacer el miedo de ella a perder la custodia de los niños. Una situación que se hacía más incomoda y delicada desde que entró en la espiral de ser atendida por psicólogos antes del verano, a perder peso y a descuidar su aspecto. Aunque todo el mundo consultado coincide en que cuidó hasta el final a sus hijos en todo como una madre ejemplar. El juez tratará de saber ahora qué se le pasó por la cabeza a una mujer que hasta había puesto el belén y tenía la casa superordenada.
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/12/11/castillayleon/1292059649.html