Encarnación fue detenida en una redada en Missouri en 2007.
Por: María Elena Salinas Univision.com
La historia de Encarnación
Los inmigrantes indocumentados que son detenidos en redadas tienen poco o ningún derecho en virtud de las imperfectas leyes de inmigración en nuestro país, pero el derecho de una madre para mantener la custodia de su propio hijo no debería estar en duda.
Sin embargo, una mujer guatemalteca que fue encarcelada después de una redada en una planta avícola de Missouri hace 3 años, tiene que librar ahora una batalla legal para que su hijo, nacido en Estados Unidos, le sea regresado después de haber sido dado en adopción sin su consentimiento.
Encarnación Bail Romero fue una de 136 personas detenidas en mayo del 2007 en una planta de pollos del condado Barry. Después de declararse culpable de robo de identidad por el uso de documentos falsos para obtener empleo, se vio obligada a cumplir una sentencia de prisión de 2 años antes de ser deportada. Su hijo Carlos, de 6 meses en ese momento, se quedó con dos tías cada una de las cuales tenía tres hijos propios.
Según un artículo del 2009 en el New York Times, las mujeres no tenían estatus legal, ni dinero, vivían en un apartamento pequeño y les era muy difícil mantener al bebé. Un ayudante de maestro se ofreció a encontrar a alguien para cuidar al niño.
Carlos fue entregado a una pareja que finalmente inició el proceso de adopción. Un juez de circuito les concedió ese derecho alegando que la madre había abandonado a su hijo y no había hecho ningún intento de comunicarse con él o de mantenerlo. Pero Bail Romero cuenta una historia muy diferente, una de problemas de comunicación, de ineficacia jurídica y de barreras lingüísticas que dieron lugar a este enredo legal.
Unos meses después de haber sido encarcelada, el ayudante de profesor visitó a Bail Romero en prisión y le informó del interés de la pareja en adoptar a su hijo. Ella dice que dejó claro que no estaba de acuerdo.
Después de recibir una notificación por escrito en la cárcel, que le fue traducida al español por una compañera de celda, la madre guatemalteca dice que escribió en un pedazo de papel que no quería que su hijo fuera adoptado por nadie y que preferiría que fuera llevado a una casa de crianza hasta que saliera de la cárcel.
Un abogado que representa a la pareja afirma que envió cartas a Bail Romero a la cárcel, pero que le fueron devueltas sin abrir. Ella dice que intentó conseguir un abogado de oficio a través de la corte que le correspondía, para encontrar a su hijo, pero la ayuda le fue negada.
Posteriormente el procedimiento de adopción se inició con la madre representada en ausencia por un abogado pagado por la pareja que trataba de mantener al niño. El juez de circuito concedió la adopción.
Desde que Bail Romero salió de la cárcel a principios de este año ha estado luchando para que le devuelvan a su hijo. Su deportación está suspendida mientras el proceso legal se lleva a cabo. Un tribunal de apelaciones revocó la decisión del tribunal de circuito diciendo que quien haya entregado al niño en adopción no tenía autoridad para hacerlo.
El caso está ahora pendiente en la Corte Suprema de Missouri, que decidirá en las próximas semanas si la decisión del tribunal de apelaciones debe mantenerse. Entre los argumentos a considerar es por qué dos cartas escritas por la madre diciendo que ella no quería que su hijo fuese adoptado, no se tomaron en consideración en la sentencia original.
Al parecer este no es el único caso de este tipo. Hay otros en los que los padres que están detenidos o deportados a causa de violaciones de inmigración, han perdido la custodia de sus hijos.
La Corte Suprema de Missouri tendrá que decidir si permitir que el pequeño Carlos, ahora de 4 años, permanezca con su familia adoptiva o permitir que su madre biológica recupere la custodia. La víctima en este caso es el niño que no pidió ser puesto en tales circunstancias.
Si es separado de su familia adoptiva, podría sufrir por la pérdida de los únicos padres que ha conocido hasta ahora, pero si no es devuelto a su madre, será privado de una vida familiar con la mujer que lo trajo a este mundo.
Este caso no debería haber llegado hasta aquí. Es una tragedia para todos los involucrados y no sólo demuestra las fallas en nuestro sistema de inmigración que conduce a la separación de las familias, sino también la ineficacia de nuestro sistema legal que permite que un niño sea arrebatado de a su madre biológica sin su consentimiento.
http://noticias.univision.com/estados-unidos/noticias/article/2010-11-16/derechos-de-una-madre-indocumentada
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