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martes, 2 de noviembre de 2010

El divorcio es más que la firma de un papel

Es más difícil separar los sentimientos
Martes, 2/11/2010
Por Lissette Acevedo / Especial para ELNUEVODIA.COM
Dicen que las cosas no acaban hasta que acaban. Parece simple, pero no siempre se logra tan fácilmente. Cuando se toma la decisión de divorciarse, se tiende a pensar que una vez el juez dé la sentencia y se reciba el documento que así lo establezca, la separación y el desligue de la otra persona ya es definitivo y oficial. Sin embargo, existen dos tipos de divorcios: el legal y el emocional.
El divorcio legal es más simple de obtener. Las personas se presentan delante del juez, le exponen que la relación está insalvable, el juez lo certifica y se acabó el tema. Este proceso puede durar minutos y hasta envían un papel que valida la acción. No es así de sencillo con el divorcio emocional. Este toma más tiempo y requiere más trabajo.
Se pueden obtener millones de copias del acta de divorcio que estipulen que un matrimonio ya no existe, pero pareciera que no le hicieron llegar una de estas copias a los sentimientos. Luego del papel viene la parte interesante y difícil de una separación: desconectarse emocionalmente de la persona a la cual se estuvo ligada por determinado tiempo.
¿Cómo saber cuándo una persona no se ha divorciado emocionalmente? Las señales pueden ser variadas y van a depender del tipo de relación que llevaron, edades de los hijos procreados y tiempo que duró la relación, entre otras. Por mencionar sólo algunas de las señales, el divorcio emocional no se ha completado cuando todavía se toman decisiones basadas en la reacción de la otra parte, cuando la opinión de la otra persona sigue en el pensamiento al momento de realizar alguna actividad, y cuando la idea de empezar una nueva relación se ve marcada por la comparación de la relación anterior. Otra señal puede ser cuán presente esté la otra parte en el diario vivir de la persona. Por ejemplo: comunicación constante sin razón que lo requiera, incluirla en los temas de conversación aun cuando la persona esté ausente hasta frecuentar sitios al cual acudían juntos.
Es importante que, al divorciarse, ambas partes se permitan la oportunidad de sanar la relación que terminó antes de comenzar una nueva relación. Esto ayudará a que el proceso de divorcio, tanto legal como emocional, tenga un ciclo completo. Además, puede ayudar a no repetir patrones disfuncionales que influyeron en el rompimiento de ésta relación.
La autora es psicóloga clínica.
http://www.elnuevodia.com/eldivorcioesmasqueunafirma-808460.html

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