La violencia contra las mujeres, ¿es colectiva o individual?

Carmen Nieto García - Miércoles, 13 de Julio de 2011

Andrés Montero Gómez, presidente de la Sociedad Española de Psicología de la Violencia, dice que la violencia masculina hacia la mujer tiene que ver con la ideología de la dominación, todos los agresores necesitan una justificación de esa violencia. Si no, no la ejercerían.
El agresor lo que persigue es el sometimiento, lo que busca toda violencia es la anulación del otro, y no necesariamente en términos físicos. Partiendo de la base ideal de que una relación sea estable o esporádica entre dos personas es simétrica, la violencia siempre va encaminada a que a través de la fuerza se anule el porcentaje de influencia de la otra persona.
En el caso de violencia hacia la mujer se da, además, el componente de la posesión que va encaminado a dominar e imponer totalitariamente una serie de parámetros. Porque tradicionalmente el hombre ha sido educado en base a la idea de que la mujer, de alguna manera, le pertenece, es inferior o es algo que puede manejar. Los agresores usan ese presupuesto ideológico para justificar la violencia que ejercen.
La violencia hacia la mujer se da en todo tipo de estratos sociales, distintos niveles de ingresos económicos, nivel de estudios, franjas de edad... Por tanto, no hay un perfil, las personas que están fuera del círculo de la violencia tratan de etiquetar al agresor para que parezca que es distinto. Se responsabiliza al alcohol, a las drogas, a la ira, etcétera, se necesita justificar esta violencia para dar la sensación de seguridad, de que nosotros nunca cometeríamos esos actos.
El 70% de los agresores que ejercen violencia hacia una mujer, lo hacen en un entorno concreto, pero en el resto de la sociedad suelen estar perfectamente integrados, por eso se tiende a etiquetar para intentar transmitir la idea de que los actos de violencia contra las mujeres son de personas determinadas.
Sorprende que la mayoría de los hombres piense que el problema de las agresiones hacia las mujeres no tiene nada que ver con ellos como colectivo. Muchos hombres sienten desagrado ante cualquier generalización respecto a ellos mismos. Yo no soy un género, sino un individuo dicen.
No parece que exista el mismo rechazo a la hora de generalizar sobre las mujeres, las mujeres suelen estar mucho más dispuestas a analizar el problema como colectivo que como consecuencia de actitudes individuales.
La diferencia de planteamiento es tan curiosa que, cuando se habla del asesinato de mujeres a manos de sus parejas o exparejas, muchos hombres se preguntan ¿qué les pasa a las mujeres?, cuando la pregunta más lógica sería: ¿qué les pasa a los hombres? .
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