Los niños que son sometidos a cualquier tipo de maltrato deben iniciar un tratamiento intenso que comprende un estudio médico completo, investigación de los factores causales, evaluación de las capacidades familiares para proteger y educar al menor e identificar y utilizar los servicios institucionales públicos y privados que puedan ayudar al grupo familiar.
“La evaluación inicial en un proceso de maltrato infantil la realizamos nosotros los pediatras en el momento en que ingresan a las salas de urgencias, la evaluación es profunda debido a que las lesiones ocasionadas a los menores de edad por parte de sus padres son totalmente diferentes a las ocasionadas accidentalmente. Así mismo existen una serie de comportamientos que dan pie a dictaminar que el chico es maltratado”, aseguró Fernando Vera Castro, pediatra y neonatólogo del hospital Universitario San Juan de Dios de Armenia.
Colombia cuenta con un ambiente inapropiado para la crianza y educación de los niños, tiene patrones culturales que subvaloran la niñez, la conversión del menor en un objeto para satisfacer las necesidades económicas o sexuales ocasiona que el niño maltratado intencionalmente se conviertan por si solo en un problema médico social que se refleja en las altas frecuencias de consulta y hospitalizaciones mayormente en pequeños en etapa preescolar.
“Durante el preescolar el maltrato es más frecuente como castigo físico, agresión verbal, avergonzamiento y actos sexuales traumatizantes que constituyen un ambiente inadecuado para el desarrollo integral. En esta edad escolar, la inestabilidad del hogar, un deficiente apoyo en la escolaridad, una carencia recreativa y de estímulos culturales son algunas de las formas de maltrato que inciden en el fracaso escolar y desadaptación social frecuentes en el niño”, afirmó el especialista.
Agresor
En general el padre es el agresor que tuvo una relación afectiva de mala calidad durante los primeros años de vida. Con frecuencia fue maltratado y espera, a fin de compensar esto, que sus hijos desde temprana edad hagan algo por él.
“En muchos casos hay antecedentes de drogadicción, alcohol, conductas sociopáticas o sicóticas, en otras ocasiones, frustrado por incumplimiento de metas insatisfechas desplaza su agresividad contra los hijos indefensos”, indicó la sicóloga María Eugenia Reyes.
Los hijos que cumplen las exigencias de los padres están seguros, pero los que por alguna razón no lo hacen se consideran indignos de ser amados, el pequeño hiperactivo, el malformado, el del sexo contrario al deseado, el que tiene conductas diferentes a las requeridas es víctima latente de maltrato.
“El maltrato físico constituye el más conocido, es descrito generalmente como manifestación tardía de un problema antiguo o una situación de crisis de las personas a su cargo”, aseveró la sicóloga.
Vera por su parte afirmó que el golpe directo como lesión personal es la causa más frecuente de consulta en las salas de urgencias y que suele ocurrir por ira, castigo, o asalto deliberado que puede llegar al asesinato. Los instrumentos y medios utilizados pueden ser variados y depende del ‘ingenio’ del autor de la agresión y generalmente se presentan en niños menores de 6 años.
“Los casos de agresiones en que se debe sospechar es cuando los padres consulten en forma tardía sin una explicación clara de ello, relatan una historia que no corresponde a los hallazgos durante el examen o la versión varía en el tiempo o según el entrevistado. Estos niños pueden presentar lesiones repetidas o historias de consulta por trauma”, puntualizó el pediatra.
El principio general para orientar el diagnóstico del es tener presente que las lesiones accidentales de los niños ocurren en el afán de explorar el mundo presentando lesiones en áreas en las que los huesos están cercanos a la piel, como es el caso de la frente, nariz, mandíbula, las palmas y los codos. Las demás lesiones deben generar sospechas. De allí la importancia de identificar el mecanismo de ocurrencia de la lesión.
“Es importante generar conciencia en los padres, para que las frustraciones o problemas no sean motivo para ejercer maltrato físico y sicólogico sobre los pequeños”, concluyó Fernando Vera Castro.
Causas
Factores relacionados con la personalidad de los padres y cuidadores: Las personas que tratan inadecuadamente a los niños se caracterizan por ser poco tolerantes e inflexibles, les falta control de sí mismas, tienen baja autoestima y generalmente son hostiles, ansiosas y tienden a ser depresivas.
Asociados a los niños: Se ha identificado que son más vulnerables a ser maltratados los niños que presentan problemas de comportamientos, temperamento difícil, discapacidad física o mental y bajo rendimiento académico. Esto se debe a que estos tienden a ser más dependientes de las personas que los cuidan y tienen menos habilidades y posibilidades para denunciar lo que les sucede casi siempre en etapa preescolar.
Contexto familiar: Se pueden mencionar el estrés familiar ocasionado por el desempleo de los padres, las dificultades económicas, la agresión entre los diferentes miembros de la familia, la edad de los padres, la presencia de padrastros y madrastras, con padres o madres solos, los hogares numerosos y la insatisfacción marital.
Ambientales: El consumo de alcohol y drogas, embarazos no deseados, historias de vida de los padres marcadas por maltrato en la infancia pueden desarrollar este tipo de conductas.
Por: Yaqueline Hurtado Domínguez
“La evaluación inicial en un proceso de maltrato infantil la realizamos nosotros los pediatras en el momento en que ingresan a las salas de urgencias, la evaluación es profunda debido a que las lesiones ocasionadas a los menores de edad por parte de sus padres son totalmente diferentes a las ocasionadas accidentalmente. Así mismo existen una serie de comportamientos que dan pie a dictaminar que el chico es maltratado”, aseguró Fernando Vera Castro, pediatra y neonatólogo del hospital Universitario San Juan de Dios de Armenia.
Colombia cuenta con un ambiente inapropiado para la crianza y educación de los niños, tiene patrones culturales que subvaloran la niñez, la conversión del menor en un objeto para satisfacer las necesidades económicas o sexuales ocasiona que el niño maltratado intencionalmente se conviertan por si solo en un problema médico social que se refleja en las altas frecuencias de consulta y hospitalizaciones mayormente en pequeños en etapa preescolar.
“Durante el preescolar el maltrato es más frecuente como castigo físico, agresión verbal, avergonzamiento y actos sexuales traumatizantes que constituyen un ambiente inadecuado para el desarrollo integral. En esta edad escolar, la inestabilidad del hogar, un deficiente apoyo en la escolaridad, una carencia recreativa y de estímulos culturales son algunas de las formas de maltrato que inciden en el fracaso escolar y desadaptación social frecuentes en el niño”, afirmó el especialista.
Agresor
En general el padre es el agresor que tuvo una relación afectiva de mala calidad durante los primeros años de vida. Con frecuencia fue maltratado y espera, a fin de compensar esto, que sus hijos desde temprana edad hagan algo por él.
“En muchos casos hay antecedentes de drogadicción, alcohol, conductas sociopáticas o sicóticas, en otras ocasiones, frustrado por incumplimiento de metas insatisfechas desplaza su agresividad contra los hijos indefensos”, indicó la sicóloga María Eugenia Reyes.
Los hijos que cumplen las exigencias de los padres están seguros, pero los que por alguna razón no lo hacen se consideran indignos de ser amados, el pequeño hiperactivo, el malformado, el del sexo contrario al deseado, el que tiene conductas diferentes a las requeridas es víctima latente de maltrato.
“El maltrato físico constituye el más conocido, es descrito generalmente como manifestación tardía de un problema antiguo o una situación de crisis de las personas a su cargo”, aseveró la sicóloga.
Vera por su parte afirmó que el golpe directo como lesión personal es la causa más frecuente de consulta en las salas de urgencias y que suele ocurrir por ira, castigo, o asalto deliberado que puede llegar al asesinato. Los instrumentos y medios utilizados pueden ser variados y depende del ‘ingenio’ del autor de la agresión y generalmente se presentan en niños menores de 6 años.
“Los casos de agresiones en que se debe sospechar es cuando los padres consulten en forma tardía sin una explicación clara de ello, relatan una historia que no corresponde a los hallazgos durante el examen o la versión varía en el tiempo o según el entrevistado. Estos niños pueden presentar lesiones repetidas o historias de consulta por trauma”, puntualizó el pediatra.
El principio general para orientar el diagnóstico del es tener presente que las lesiones accidentales de los niños ocurren en el afán de explorar el mundo presentando lesiones en áreas en las que los huesos están cercanos a la piel, como es el caso de la frente, nariz, mandíbula, las palmas y los codos. Las demás lesiones deben generar sospechas. De allí la importancia de identificar el mecanismo de ocurrencia de la lesión.
“Es importante generar conciencia en los padres, para que las frustraciones o problemas no sean motivo para ejercer maltrato físico y sicólogico sobre los pequeños”, concluyó Fernando Vera Castro.
Causas
Factores relacionados con la personalidad de los padres y cuidadores: Las personas que tratan inadecuadamente a los niños se caracterizan por ser poco tolerantes e inflexibles, les falta control de sí mismas, tienen baja autoestima y generalmente son hostiles, ansiosas y tienden a ser depresivas.
Asociados a los niños: Se ha identificado que son más vulnerables a ser maltratados los niños que presentan problemas de comportamientos, temperamento difícil, discapacidad física o mental y bajo rendimiento académico. Esto se debe a que estos tienden a ser más dependientes de las personas que los cuidan y tienen menos habilidades y posibilidades para denunciar lo que les sucede casi siempre en etapa preescolar.
Contexto familiar: Se pueden mencionar el estrés familiar ocasionado por el desempleo de los padres, las dificultades económicas, la agresión entre los diferentes miembros de la familia, la edad de los padres, la presencia de padrastros y madrastras, con padres o madres solos, los hogares numerosos y la insatisfacción marital.
Ambientales: El consumo de alcohol y drogas, embarazos no deseados, historias de vida de los padres marcadas por maltrato en la infancia pueden desarrollar este tipo de conductas.
Por: Yaqueline Hurtado Domínguez
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