El acusado grancanario, en la Audiencia de Granada, ayer.
LP / DLP
GRANADA / LAS PALMAS DE G. C.A El hombre, identificado como Francisco P. S., acusado de atropellar hasta la muerte a su exmujer en la A-44 el 26 de febrero de 2009, cuando ambos regresaban de un hospital de Granada hacia Lanjarón, donde residían por separado, juró "por Dios" y por su "honor" que no la vio cuando la arrolló. Además, negó que agrediera a su mujer durante los 20 años de matrimonio o con posterioridad a su divorcio y agregó que es una persona "pacífica y tranquila", que considera que "un hombre que maltrata a su mujer es un verdadero canalla y un cobarde". Los dos son naturales de la capital grancanaria.
Durante su declaración en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada, que lo juzga desde ayer por un delito de asesinato, maltrato habitual y maltrato de obra, por los que se enfrenta a 23 años y medio de cárcel, el procesado relató que aquel día su ex mujer, Concepción Peñate, se ofreció a acompañarle a Granada para que se sometiera a una operación de cataratas en un ojo. Al salir del hospital, los dos se montaron en su vehículo en dirección a Lanjarón.
El acusado aseguró que condujo "con mucha precaución" por su reciente operación, porque llevaba uno de los ojos tapados y porque tenía que llevar gafas de sol, si bien, en un momento del trayecto, en la A-44, cuando procedía a adelantar un camión, rozó su coche con éste, y ambos vehículos tuvieron que parar. Conchi, como así la ha llamado en todo momento el imputado por su muerte, se bajó entonces del automóvil y comenzó a andar por el arcén de la autovía hacia Granada, según su ex marido, porque se había "asustado" por el incidente.
Entonces, el hombre le dijo al camionero que iba a ir a buscarla "para recogerla" y se subió a su coche, dando marcha atrás por el arcén de la autovía. Afirmó que en aquel momento estaba "muy nervioso", tanto que no se dio cuenta de que estaba rozando uno de los laterales del vehículo con el quitamiedos.
Francisco P. S. que fue conductor de guagua durante 30 años, negó que durante el matrimonio o ya tras el divorcio, que se produjo en octubre de 2008, vejara a su exmujer o le impidiera ir a ver a su fami- lia a Las Palmas de Gran Canaria.
GRANADA / LAS PALMAS DE G. C.A El hombre, identificado como Francisco P. S., acusado de atropellar hasta la muerte a su exmujer en la A-44 el 26 de febrero de 2009, cuando ambos regresaban de un hospital de Granada hacia Lanjarón, donde residían por separado, juró "por Dios" y por su "honor" que no la vio cuando la arrolló. Además, negó que agrediera a su mujer durante los 20 años de matrimonio o con posterioridad a su divorcio y agregó que es una persona "pacífica y tranquila", que considera que "un hombre que maltrata a su mujer es un verdadero canalla y un cobarde". Los dos son naturales de la capital grancanaria.
Durante su declaración en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada, que lo juzga desde ayer por un delito de asesinato, maltrato habitual y maltrato de obra, por los que se enfrenta a 23 años y medio de cárcel, el procesado relató que aquel día su ex mujer, Concepción Peñate, se ofreció a acompañarle a Granada para que se sometiera a una operación de cataratas en un ojo. Al salir del hospital, los dos se montaron en su vehículo en dirección a Lanjarón.
El acusado aseguró que condujo "con mucha precaución" por su reciente operación, porque llevaba uno de los ojos tapados y porque tenía que llevar gafas de sol, si bien, en un momento del trayecto, en la A-44, cuando procedía a adelantar un camión, rozó su coche con éste, y ambos vehículos tuvieron que parar. Conchi, como así la ha llamado en todo momento el imputado por su muerte, se bajó entonces del automóvil y comenzó a andar por el arcén de la autovía hacia Granada, según su ex marido, porque se había "asustado" por el incidente.
Entonces, el hombre le dijo al camionero que iba a ir a buscarla "para recogerla" y se subió a su coche, dando marcha atrás por el arcén de la autovía. Afirmó que en aquel momento estaba "muy nervioso", tanto que no se dio cuenta de que estaba rozando uno de los laterales del vehículo con el quitamiedos.
Francisco P. S. que fue conductor de guagua durante 30 años, negó que durante el matrimonio o ya tras el divorcio, que se produjo en octubre de 2008, vejara a su exmujer o le impidiera ir a ver a su fami- lia a Las Palmas de Gran Canaria.
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