Luis Mateos, secretario general DN; Juan Carlos Portillo, profesor de medicina en la Universidad
Complutense y en el CEU; Javier Pérez Roldán, presidente del Centro
Jurídico Tomás Moro; Francisco Zugasti, presidente de la asociación
Projusticia; Lucio Peñacoba, Mesa Nacional DN responsable de difusión; Manuel canduela, presidente de DN.
El primer conferenciante, D. Javier Pérez-Roldán, Presidente del Centro Jurídico Tomás Moro, nos explicó el origen ideológico de las leyes de género, que situó en torno a los años sesenta, cuando el bloque comunista constató que había perdido la batalla frente al mundo occidental, donde sus ciudadanos vivían notablemente mejor y con más libertad, y llegó a la conclusión de que el comunismo se había aplicado mal y había que volver a los orígenes marxistas y engelianos del invento. Para ello, consideraron que para crear al hombre nuevo había que destruir la célula base de la sociedad, que es la familia, para conseguir individuos desarraigados que no se opongan al poder, ya que las personas luchan contra el poder y la injusticia por su familia, por el futuro de sus hijos, más que por motivaciones ideológicas. Nos puso como ejemplo de esta afirmación la lucha de las familias francesas en defensa de su tradición, su religión y su cultura contra los revolucionarios franceses en La Vendome, revolución que fue en realidad un auténtico genocidio contra el pueblo francés por parte de una minoría fanatizada que también buscaba crear un hombre nuevo partiendo de cero y rompiendo con todo lo anterior, a pesar de que los políticos y comunicadores actuales nos lo quieran pintar como una gran gesta por la libertad. Por último nos recordó que esta lucha ideológica contra la ideología de género debe plantearse en términos de contrarrevolución, ya que se trata de una auténtica revolución que quiere acabar con todo lo establecido y con nuestra forma de organizarnos como sociedad.
El segundo ponente, D. Francisco Zugasti, Presidente de la Asociación Projusticia, nos recordó que a pesar de la creencia generalizada de que la primera medida del gobierno del señor Rodríguez Zapatero fue traer las tropas de Iraq, lo cierto es que la primera medida adoptada fue la aprobación de la Ley contra la Violencia de Género, dejando claro desde un primer momento que la ideología de género ocuparía un papel predominante en su agenda política.
Como nos recordó el señor Zugasti ya encontramos medidas legislativas en este sentido durante el gobierno Aznar, pero es con la Ley contra la Violencia de Género de Zapatero cuando las cosas empiezan a radicalizarse, como por ejemplo que con dicha ley se condena de distinta manera por un mismo hecho dependiendo de si se es hombre o mujer.
Pero sin duda lo más grave es que esta Ley de Género cambia toda la legislación ya existente teniendo que readaptarse a las teorías de género así como todas las leyes posteriores que tendrán que redactarse en arreglo a esa misma visión. Así ocurrió por ejemplo con la Ley de Igualdad que, entre otras cosas, termina con el principio de presunción de inocencia.
Por sorprendente que pueda parecer el criterio de género está siendo aplicado además con carácter retroactivo. Buen ejemplo de esto es el recurso que algunas nobles pusieron contra sus hermanos menores en edad reclamando para ellas títulos nobiliarios ya heredados y que finalmente les fueron concedidos bajo la nueva perspectiva de género en la aplicación de la ley, aunque con anterioridad les habían sido denegados. Esto abre un interesante interrogante en lo que se refiere a la sucesión de la corona pues con el mismo criterio al Príncipe de Asturias podría reclamarle la corona una de las Infantas.El buque insignia de la política de género sería el nuevo Ministerio de Igualdad que, en palabras de Rodríguez Zapatero se constituyó como un ministerio con competencias transversales sobre todos los demás ministerios, y efectivamente así ha ocurrido. De esta forma la ideología de género entró en todos los campos de actuación del gobierno, desde el urbanismo a la ciencia.
El señor Zugasti nos recordó que éste no es un problema aislado de España pues el 80% de la legislación que se aprueba actualmente en nuestro país tiene como origen el parlamento europeo e incluso en ocasiones iniciativas nacidas en el seno de Naciones Unidas.
El tercer conferenciante, D. Juan Carlos Portillo, Profesor de Medicina en la UC y en el CEU, nos habló sobre los métodos estadísticos que emplea el Estado para contabilizar las mujeres maltratadas. Se refirió al mito de los dos millones, cifra que parece inamovible año tras año en la contabilidad del maltrato a las mujeres: “da igual que un año sean un millón setecientas mil, siempre redondean en los medios de comunicación por los dos millones”. Para llegar a estas cifras tan altas, los distintos observatorios de la violencia de género realizan encuestas telefónicas a mujeres (en torno a las 35.000), con preguntas tales como: ¿le deja a usted el peor sitio de la casa?, o ¿se ha sentido usted menospreciada por su marido o por algún miembro de su familia?. Basta con contestar afirmativamente a estas preguntas para que ya se la considere una mujer maltratada y pase a engrosar las estadísticas. Nos informó también que el empleo de la palabra género, que es incorrecto, se hizo para saltarse a la torera la Constitución que prohibe la discriminación por sexo, para así poder discriminar a los hombres por el mero hecho de serlo. También nos dijo que dentro de esta ofensiva ideológica la mujer y su bienestar les importa bien poco, son un mero instrumento sensiblero para poder destruir la familia, ya que nadie en su sano juicio puede apoyar que se maltrate a una mujer, tomando así la parte por el todo para criminalizar a quien se oponga a sus planes.
El último conferenciante, D. Juan Franco, miembro de la Asociación Projusticia, nos explicó sus experiencias personales con la justicia y la indefensión y la humillación que pasa un hombre por un simple capricho de su esposa. Desde la detención delante de los hijos, que ven a su padre salir esposado, hasta la noche en el calabozo y las medidas cautelares que te expulsan de tu familia y de tu propia casa. También nos comentó la dificultad de demostrar tu inocencia, ya que la ley prohibe la presunción de inocencia para el varón, y en un ejercicio práctico nos demostró lo fácil que le resulta a una mujer con una trama bien urdida hacer pasar a su esposo por un abusador sexual de sus hijos, aun sin pruebas científicas ni empíricamente demostrables, solo con un cúmulo de pruebas circunstanciales, como el reconocer ante un juez que un día tu hijo o hija tuvo miedo y se metió en la cama contigo cuando no estaba tu mujer.
Para cerrar tan interesante y amena conferencia, nuestro Predidente Manuel Canduela, nos dió un discurso de corte más político llamando a luchar desde nuestro partido contra esta aberrante ideología y las leyes que de ella se derivan, como la ley de violencia de género, que proponemos eliminar. También resaltó la enorme mentira histórica sobre la que está edificada, que es el inexistente machismo tradicional hispano y el secular sometimiento de la mujer, machismo que para estos lunáticos debe ser la tradicional caballerosidad española del hombre que cede el asiento a una señora o el interior de la acera, y secular sometimiento el que representa la más grande monarca de la historia de España, la reina Isabel La Católica. Denunció asimismo la canallada que supone incluir los crímenes y los malos tratos contra las mujeres por parte de los inmigrantes, que suponen el cuarenta por ciento, dentro de las estadísticas del conjunto de los españoles. Consciente de que nos jugamos nuestro futuro y nuestra libertad en la defensa de la familia, de nuestra tradición y de nuestra historia, nos animó a luchar en esta contrarevolución ideológica en todos los frentes que podamos, sin miedo a la imposición de esta dictadura de lo políticamente correcto.
Tras finalizar el acto y marcharnos a nuestras casas, alguien que no estaba muy conforme con el tema de la conferencia nos envió un comando de terroristas callejeros, seguramente del PPP (Protegidos Por Pérez), a quemar el transformador de la luz que hay en la calle a la entrada de nuestra sede, dejándolo inutilizado y a La Nave sin luz, teniendo que acudir los bomberos a sofocar el mismo. En fin, señal de que algo estamos haciendo bien.
Lucio Peñacoba presenta a los conferenciantes
Instantánea de la mesa de conferenciantes
Javier Pérez Roldán, presidente del Centro
Jurídico Tomás Moro
Jurídico Tomás Moro
Los asistentes no perdieron detalle de esta interesante conferencia.
Francisco Zugasti, Presidente de la asociación
Projusticia
Projusticia
Juan Carlos Portillo, profesor de medicina en la Universidad
Complutense y en el CEU
Complutense y en el CEU
Juan Franco, miembro de la asociación Projusticia
Manuel Canduela, presidente de DN, en su linea, cerró la conferencia, con un discurso brillante, claro y contudente
Al final de la conferencia hubo un turno de preguntas
http://democracianacional.org/dn/modules.php?name=News&file=article&sid=3606
Al final de la conferencia hubo un turno de preguntas
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