Como el capitán francés de origen judío Alfred Dreyfus, acusado en 1894 de un delito de espionaje que no había cometido, lo que valió para contentar a las masas y a la prensa, la Policía española acusa hoy a un hombre de acabar supuestamente con la vida de sus dos hijos. Como únicas pruebas en su contra, un par de conjeturas. Por lo demás, nada de nada.
La base inculpatoria serían las supuestas contradicciones de José Bretón al denunciar la desaparición de sus dos hijos, de dos y seis años, cuando se hallaban con él en un parque de la capital cordobesa.
En la España de la ideología de género no resulta creíble que el aturdimiento de un padre que acaba de perder a sus dos hijos le lleve a tal estado de ‘shock’ que pueda llegar a contradecirse en la explicación de unos hechos difusos incluso hasta para la propia Policía. Las crónicas silencian el papel que han jugado las feministas de Córdoba, quienes ya desde el primer día señalaron con el dedo inquisidor a José Bretón…sólo por hallarse en proceso de separación. ¿Cuántos hombres españoles se separan cada día en las peores condiciones sin que sientan el deseo revanchista de acabar con la vida de sus propios hijos?
La cuestión es que José Bretón lleva ya horas detenidos sin que exista un sólo indicio sólido de su presunta culpabilidad. Tras doce horas de rastreo en su finca familiar de Las Quemadillas, los investigadores no han encontrado nada. Dicen sin embargo que están convencidos de que los niños están ahí. Son los mismos investigadores que fueron incapaces de hallar el cuerpo de Marta de Castillo y de arrancar una confesión a sus presuntos asesinos tras horas y horas de interrogatorios. Entonces, las feministas que hoy braman contra Bretón mantuvieron un repulsivo silencio.
Diez días después de la desaparición de José (2 años) y Ruth (6), que el propio padre denunció, los agentes decidieron arrestarlo ante las numerosas contradicciones en su testimonio, según dijeron. Desde la madrugada y hasta casi las doce de la mañana, Bretón fue interrogado y permaneció en dependencias policiales. No se derrumbó ante las preguntas de los investigadores de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (Udev Central). Lo único que hizo fue llorar en ocasiones. A las doce fue trasladado hasta la finca de Las Quemadillas, propiedad de sus padres, donde el teléfono le sitúa en las horas clave.
Desde las nueve de la mañana empezaron a llegar a esa parcela, a las afueras de Córdoba, los perros de la Unidad Canina, adiestrados en la búsqueda de cadáveres, miembros de la Unidad de Subsuelo del CNP y agentes de la Policía Científica para iniciar un nuevo y exhaustivo rastreo en la finca. Esa propiedad ya se peinó hace una semana, aunque sin encontrar pruebas. Se hallaron restos de huesos de varios animales entre los rescoldos de una hoguera, que Bretón reconoció haber prendido. La Policía Científica confirmó que se trataba de huesos de distintos tipos de animales; ninguno era humano. Al parecer, en esas horas aún quedó pendiente de inspeccionar más exhaustivamente una parte del terreno. Al día siguiente se rastreó un tramo del Guadalquivir, sin resultados.
La jornada de ayer, en la que los agentes ampliaron varios metros el cordón de seguridad en torno al recinto para impedir que nadie pudiera acercarse, fue de enorme tensión. El padre de los pequeños mantuvo la actitud que ya conocen los agentes que investigan el caso durante la intensa búsqueda, pese a estar presente en calidad de detenido y no de denunciante como hasta ayer. El abogado que le asiste también permaneció en ese registro, que se extendió a fincas y terrenos de los alrededores.
Al cabo de ocho horas, pasadas las 20.30 de la noche, dos coches camuflados salieron de la parcela a toda velocidad en dirección a la comisaría de Campo Madre de Dios. En la parte trasera de uno de los vehículos viajaba Bretón esposado. Los perros de la Unidad Canina fueron retirados poco antes -tras cumplir su parte- y el cordón policial empezo a levantarse, aunque estaba previsto que la búsqueda prosiguiera en el interior e incluso en los alrededores de la finca durante la noche. Los investigadores tratarán de agotar hasta el máximo el periodo de detención de 72 horas para intentar arrancar detalles al padre de los niños. ´
De confirmarse la inocencia de José Bretón, acaso se necesite que otro Emite Zola entone el ‘Yo acuso’ ante tanto despropósito feminista, tanta vejación a los varones españoles y tanta ineficiencia política y policial.
http://www.alertadigital.com/2011/10/19/la-detencion-de-jose-breton-%c2%bfotro-caso-dreyfus/?mid=50
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