14/10/2011
Una madre de O Carqueixo se enfrenta a una petición de cárcel de dos años porque está acusada de agredir a una enfermera que le dijo que debía facilitar datos del niño al que pretendía que los médicos vieran por segunda vez en el Hospital Xeral. La profesional fue amenazad, pateada y también golpeada en un brazo. El juicio debía celebrarse ayer por la mañana en el Juzgado de lo Penal número 1 de Lugo, sin embargo tuvo que suspenderse porque no compareció la acusada, N.C.J. La juez anunció que adoptará las medidas correspondientes para que no vuelva a producirse una suspensión toda vez que le imputada es la segunda vez que no comparece. Ahora, cuando sea convocado otro juicio, será conducida por la policía.
El fiscal sostiene que la mujer, de 35 años, acudió con su hijo menor de edad al servicio de urgencias de pediatría del Hospital Xeral Calde, en la noche del 21 de diciembre de 2008. Trataba de que le dispensaran atención a su hijo con preferencia sobre los restantes pacientes y sin esperar el turno correspondiente, de acuerdo con lo expuesto con la acusación pública.
La situación motivó que la enfermera le explicase que tenía de esperar a ser llamada. En ese momento, le dijo a la profesional: «como el niño convulsione, os voy a cortar la cabeza y os voy a matar». Seguidamente, la golpeó en un brazo lo que provocó que cayeran al suelo unas muestras de sangre que portaba y, seguidamente, le dio una patada en una pierna, lo que le provocó diversas lesiones.
Tanto la acusación pública como la particular consideran que los hechos son constitutivos de un atentado. La primera reclama dos años de prisión por este delito y diez días de localización permanente, por una falta. Además, plantea que se le prohíba acercarse a la víctima durante un tiempo de seis meses. Asimismo quiere que la enfermera sea indemnizada con 2.200 euros. La acusación particular eleva la petición a tres años de cárcel.
A. R., la enfermera afectada, contó que el día en que ocurrieron los hechos, había por lo menos 25 niños con sus padres esperando para ser atendidos. El hijo de la acusada tenía fiebre y ya había sido atendido anteriormente hacía entre dos y tres horas. La madre lo volvió a llevar y pretendió, según la enfermera, pasar por delante de los demás. «Le expliqué que debía dar datos y esperara. Ella montó en cólera y me dijo que me cortaría la cabeza y que avisaría a todo el Carqueixo. Un celador se metió para evitar que siguiera pegándome, pero ella continuó hasta que llegó la policía».
Varios compañeros de la agredida expresaron su preocupación por la indefensión que sufren ante determinados pacientes y acompañantes.
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