5 Octubre 11
SEVILLA-La madre del menor al que el juez Francisco Serrano amplió el turno de custodia para el padre con el objetivo de que el niño pudiera asistir como paje en una cofradía de la Madrugada de 2010 aseguró ayer, ante la Sala del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que enjuicia al magistrado por supuesta prevaricación, que la situación le causó «terror» y «horas de muchísima angustia». Según relató, se enteró por la prensa de que su hijo estaba bajo la custodia de su padre para salir en la cofradía de El Silencio, la madrugada del Jueves Santo, pese a que el juzgado de Violencia sobre la Mujer 4 de Sevilla había dictado un auto de medidas provisionales que establecía que ese día tenía que estar con la madre.
La denunciante dijo no entender cómo el titular del juzgado de Familia 7 pudo modificar esas medidas y ampliar el turno de custodia para el padre sin siquiera consultar a alguno de los dos progenitores. «Él no me conocía a mí, ni conocía mi divorcio. Encima se jactaba de mí. ¿Porque soy mujer, porque soy víctima de violencia de género? Sólo tenía que haberme llamado», indicó. «Me quitaron a mi hijo, y para hacerlo me tuvo que quitar la tutela, que es lo más fuerte que se le puede hacer a una madre», dijo.
La querellante explicó que su hijo no tenía «ilusión» en procesionar sino que la «ilusión» era más bien del padre. La noticia de que iba a salir como paje la tuvo la madre pocos días antes de la Semana Santa, razón por la que remitió un email al despacho de abogados de su ya ex marido para preguntarle acerca de quién se iba a responsabilizar del menor durante la procesión. Según la madre, pasó «horas de muchísima angustia» y cuando el padre se lo devolvió, el Viernes Santo por la mañana, el niño «era un trapito, una piltrafa», por la «presión» a la que se le había sometido. El abogado de Serrano lamentó que «se haya aprovechado la situación para someter a un ciudadano inocente y a un magnífico profesional a lo que la jurisprudencia denomina pena de banquillo» y dejar al juez Serrano «estigmatizado de por vida».
http://www.larazon.es/noticia/4046-cuando-me-devolvieron-a-mi-hijo-era-un-trapito
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