La participación de un niño con custodia compartida en una procesión y una falda «demasiado corta», motivos de denuncia en Sevilla y Granada
Día 06/10/2011
El juez Serrano, de Familia de Sevilla, se ha sentado en el banquillo esta semana
La Fiscalía pide la absolución
El juez Serrano, de Familia de Sevilla, se ha sentado en el banquillo esta semana
Al banquillo de los acusados por una procesión. Un juez de Familia de Sevilla ha sido juzgado hasta ayer por un presunto delito de prevaricación después de que modificara en la Semana Santa de 2010 el turno de custodia de un niño de 11 años para que pudiera desfilar en una procesión en la Madrugá sevillana. El menor, hijo de una pareja divorciada, debía ser entregado a la madre el Miércoles Santo, pero el juez decidió ampliar su estancia con el padre un día y medio para que pudiera hacer estación de penitencia, al entender que la madre se oponía pese al deseo del pequeño.
Asimismo, una familia granadina ha decidido acudir a la Fiscalía de Menores después de que su hija de 15 años fuera expulsada de la procesión de la Virgen de la Angustias el 25 de septiembre. El motivo, según los padres de la joven, es que vestía una falda «demasiado corta», por lo que tres mujeres de la hermandad la instaron a abandonar el desfile cuando salía del templo.
«El vestido le llegaba por debajo de la rodilla», rebaten los progenitores, que han solicitado a la cofradía, de la que el padre es miembro desde hace treinta años, que identifique a las tres mujeres y tome medidas disciplinarías contra ellas, por quedar «abandonada en la calle varias horas».
En el caso del pequeño, ya había participado en la procesión en 2009. El Viernes de Dolores de 2010, tras una llamada del progenitor para solicitar permiso a su ex pareja, la abogada de esta escribió un email en el que exigía más información acerca del tema. Según la Fiscalía, el padre interpretó el email «como indicativo de las dificultades que la madre iba a poner a la salida procesional del menor» y respondió el Lunes Santo «en términos explicativos y un tanto irónicos».
La Fiscalía pide la absolución
Dado que el padre vio «a su hijo preocupado porque su madre pudiese poner trabas», el Martes Santo el chaval, su abuelo y un abogado acudieron al juez para solicitar una ampliación de la estancia que garantizase la participación del niño. El ahora procesado preguntó al niño en una comparecencia si tenía mucho interés en desfilar, informa Ep, a lo que contestó que le hacía mucha ilusión y que estaba preocupado porque se lo impidieran. La notificación enviada a la madre, en la que se le informaba de la ampliación del turno de custodia, no le llegó hasta que su hijo ya se encontraba con ella, una vez que había participado en la procesión de la Hermandad del Silencio.
Aunque en un primer momento la Fiscalía le imputaba un delito de prevaricación (es decir, dictar una resolución a sabiendas que lo es), ayer modificó su postura, pues considera que el juez no actuó de forma intencionada, sino «de manera imprudente». Por ello, pide su libre absolución, mientras que la acusación particular ejercida por la madre pide 20 años de inhabilitación, 14.400 euros de multa y varias indemnizaciones que sumadas alcanzan los 172.000 euros.
Risas en la Sala
El imputado argumentó que había actuado «sin hacer daño a ninguna parte» para garantizar que el chico estuviera en la salida procesional. Algunos argumentos de la madre durante el juicio provocaron risas entre los asistentes, por lo que su abogado pidió «respeto» en la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Ella aseguró que pasó «horas de muchísima angustia» y que el niño no quería procesionar con el Silencio, sino con Los Estudiantes. Afirmó que cuando se lo devolvieron, «era un trapito y su cabeza, una olla exprés a punto de explotar».
«Él no me conocía a mí, ni conocía mi divorcio. Encima se jactaba de mí. ¿Por qué? ¿Porque soy mujer, porque soy víctima de violencia de género? Solo tenía que haberme llamado», reprochó la mujer al juez, en el último día del juicio que ha quedado visto para sentencia. Su abogado podría recibir una sanción después de que el presidente del TSJA, Lorenzo Río, le reprobara su actitud.
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