ANTE FALTA DE INTERÉS EN LOS HIJOS Y LA RELATIVIZACIÓN DE LAS FAMILIAS
Trabajar más con los padres para que se involucren en la educación de los hijos, que en muchos de los casos provienen de varios modelos de familia contrarios a la tradicional, propuso ayer el educador argentino Jorge Eduardo Noro. Fue ayer en una conferencia que dictó a educadores y directores de escuelas católicas en el polideportivo León Coundou.
Dr. Jorge Eduardo Noro, educador y conferencista.
Jorge E. Noro, doctor en Ciencias de la Educación, Filosofía y docente universitario, centró su alocución sobre la educación, la familia y la vida, y más específicamente sobre los dos primeros aspectos en un primer momento. Recordó que un experto en familia, Sergio Sinai, dice en su libro que actualmente hay varios tipos de familia y cada vez perdura aquella sujeta en la libre elección de dos adultos, que más allá de las instituciones, deciden vivir juntos convocados por sus deseos y afectos, independientemente a los mandatos sociales.
Pero no solo este tipo de familias se tiene actualmente en la sociedad, sostuvo, y mencionó otros modelos que deben ser tenidos en cuenta en el proceso educativo.
En ese sentido, dijo que están las familias armónicas y bien constituidas, están las formadas, pero cruzadas por condiciones internas, como padres en conflictos, padres separados, madres solteras con hijos, hijos de padres que están solos, y están las familias que han sufrido la muerte de algunos de sus padres. Están los hijos abandonados porque están a cargo de otros familiares; hijos de familias ensambladas, uniones de hecho; hijo de padres que han asumido una nueva opción sexual; hijo de nadie o abandonados. “Por eso, hoy hasta se discute el concepto de familia bien constituida. El ejemplo de las familias varias veces unidas es uno de los casos más frecuentes y conflictivos. Allí viven niños y adolescentes que conforman una red no exenta de antagonismos y conflictos”, resaltó.
Según Noro, el educador debe saber llegar a estos hijos porque provienen de nuevos conceptos familiares. Plantea incluir en el planeamiento encuentros periódicos con sus padres para que puedan recibir informaciones sobre el comportamiento de los hijos.
Al término de su conferencia, ABC preguntó a Noro qué tipo de educación deben implementar las instituciones a los hijos de estas familias, e indicó que la escuela de antes presuponía a la familia armada.
La escuela de hoy también debe incluir a los padres en la educación de los hijos. El esfuerzo de los educadores no debe ser dar clases solo a los hijos, sino despertar en los padres el interés en sus hijos para que sean bien formados.
Comentó que hoy debe haber un esfuerzo mayor del maestro, de lo contrario, no puede educar. “La escuela tiene que enseñar lo que antes se aprendía solo con ejemplos de ser padre, madre y criar los hijos, porque lo habrían vivido. Pero hoy, en muchos casos, hay chicos que se han vuelto grandes sin que tengan la experiencia de los antiguos padres. Por lo tanto, alguien les debe ensañar, y qué mejor en el concepto de educación permanente o de adulto, que la misma escuela enseñe a los padres cómo acompañar a los hijos porque la sociedad está perdiendo su forma de educar”, remarcó.
Preguntado si cómo se implementaría esa educación, precisó que hay experiencias al respecto como las famosas escuelas para padres. Allí no enseñan recetas, sino se les dice, para que su hijo no tenga problemas para la universidad, es conveniente que le dediquen un tiempo, una hora o una charla al hijo. La otra, que haya lugares en donde los padres se encuentren para charlar sus problemas comunes.
Agregó que los padres con hijos adolescentes y que consumen mucho alcohol, por qué no pueden reunirse para ver cómo se podría llegar a soluciones para poner entre todos un límite. ¿Dónde lo pueden hacer? En la escuela, porque en las parroquias o iglesias no todos van.
Consultado si cómo se implementaría esa enseñanza, indicó que convocando a los padres una vez al mes, porque al padre siempre le preocupa el problema de sus hijos, nadie es tan insensible. En ese esfuerzo, si no responde, el educador ya no lo va a citar, porque si el hijo tiene problema es porque el padre no se preocupa.
Convocatorias periódicas
Noro dijo que la convocatoria de los padres debe ser periódica y el educador debe estar preparado para demostrarle que no fue una pérdida de tiempo y que valió la pena el encuentro. Muchos padres, no es que no tengan voluntad de acompañar a sus hijos, sino no lo sabe, nunca le enseñaron.
Agregó que cuando les preguntamos a los hijos por qué no asisten a las reuniones, te dicen que el problema es del papá. “Un niño una vez me dijo que era huérfano porque sus padres están ocupados todo el día. Entonces, hay que despertar el interés de los padres para que al término de las reuniones diga valió la pena ir y que me ayudó a involucrarme en la formación de mi hijo”, apuntó.
Finalmente, el conferencista sostuvo que la ausencia de los mismos y una educación floja siempre terminarán en desbordes sociales imposibles de controlar, como la delincuencia que no para en las ciudades, no solo cometida por marginales, sino también por personas que provienen de familias supuestamente constituidas.
Capacitación y haraganería
Dicen que las comparaciones son odiosas, pero cuando estas se las relacionan al deseo de progresar de unos contra la intención de otros, que organizan huelgas, para no trabajar, los primeros serán siempre los más virtuosos.
Este es el caso de los maestros y directores de colegios católicos, quienes ayer hicieron un alto para ir en masa a la conferencia que dictó el catedrático Jorge Eduardo Noro.
El deseo de superación de estos educadores y los de otras instituciones privadas es lo que marca la diferencia en la enseñanza entre las privadas y públicas.
avelazquez@abc.com.py
Pero no solo este tipo de familias se tiene actualmente en la sociedad, sostuvo, y mencionó otros modelos que deben ser tenidos en cuenta en el proceso educativo.
En ese sentido, dijo que están las familias armónicas y bien constituidas, están las formadas, pero cruzadas por condiciones internas, como padres en conflictos, padres separados, madres solteras con hijos, hijos de padres que están solos, y están las familias que han sufrido la muerte de algunos de sus padres. Están los hijos abandonados porque están a cargo de otros familiares; hijos de familias ensambladas, uniones de hecho; hijo de padres que han asumido una nueva opción sexual; hijo de nadie o abandonados. “Por eso, hoy hasta se discute el concepto de familia bien constituida. El ejemplo de las familias varias veces unidas es uno de los casos más frecuentes y conflictivos. Allí viven niños y adolescentes que conforman una red no exenta de antagonismos y conflictos”, resaltó.
Según Noro, el educador debe saber llegar a estos hijos porque provienen de nuevos conceptos familiares. Plantea incluir en el planeamiento encuentros periódicos con sus padres para que puedan recibir informaciones sobre el comportamiento de los hijos.
Al término de su conferencia, ABC preguntó a Noro qué tipo de educación deben implementar las instituciones a los hijos de estas familias, e indicó que la escuela de antes presuponía a la familia armada.
La escuela de hoy también debe incluir a los padres en la educación de los hijos. El esfuerzo de los educadores no debe ser dar clases solo a los hijos, sino despertar en los padres el interés en sus hijos para que sean bien formados.
Comentó que hoy debe haber un esfuerzo mayor del maestro, de lo contrario, no puede educar. “La escuela tiene que enseñar lo que antes se aprendía solo con ejemplos de ser padre, madre y criar los hijos, porque lo habrían vivido. Pero hoy, en muchos casos, hay chicos que se han vuelto grandes sin que tengan la experiencia de los antiguos padres. Por lo tanto, alguien les debe ensañar, y qué mejor en el concepto de educación permanente o de adulto, que la misma escuela enseñe a los padres cómo acompañar a los hijos porque la sociedad está perdiendo su forma de educar”, remarcó.
Preguntado si cómo se implementaría esa educación, precisó que hay experiencias al respecto como las famosas escuelas para padres. Allí no enseñan recetas, sino se les dice, para que su hijo no tenga problemas para la universidad, es conveniente que le dediquen un tiempo, una hora o una charla al hijo. La otra, que haya lugares en donde los padres se encuentren para charlar sus problemas comunes.
Agregó que los padres con hijos adolescentes y que consumen mucho alcohol, por qué no pueden reunirse para ver cómo se podría llegar a soluciones para poner entre todos un límite. ¿Dónde lo pueden hacer? En la escuela, porque en las parroquias o iglesias no todos van.
Consultado si cómo se implementaría esa enseñanza, indicó que convocando a los padres una vez al mes, porque al padre siempre le preocupa el problema de sus hijos, nadie es tan insensible. En ese esfuerzo, si no responde, el educador ya no lo va a citar, porque si el hijo tiene problema es porque el padre no se preocupa.
Convocatorias periódicas
Noro dijo que la convocatoria de los padres debe ser periódica y el educador debe estar preparado para demostrarle que no fue una pérdida de tiempo y que valió la pena el encuentro. Muchos padres, no es que no tengan voluntad de acompañar a sus hijos, sino no lo sabe, nunca le enseñaron.
Agregó que cuando les preguntamos a los hijos por qué no asisten a las reuniones, te dicen que el problema es del papá. “Un niño una vez me dijo que era huérfano porque sus padres están ocupados todo el día. Entonces, hay que despertar el interés de los padres para que al término de las reuniones diga valió la pena ir y que me ayudó a involucrarme en la formación de mi hijo”, apuntó.
Finalmente, el conferencista sostuvo que la ausencia de los mismos y una educación floja siempre terminarán en desbordes sociales imposibles de controlar, como la delincuencia que no para en las ciudades, no solo cometida por marginales, sino también por personas que provienen de familias supuestamente constituidas.
Capacitación y haraganería
Dicen que las comparaciones son odiosas, pero cuando estas se las relacionan al deseo de progresar de unos contra la intención de otros, que organizan huelgas, para no trabajar, los primeros serán siempre los más virtuosos.
Este es el caso de los maestros y directores de colegios católicos, quienes ayer hicieron un alto para ir en masa a la conferencia que dictó el catedrático Jorge Eduardo Noro.
El deseo de superación de estos educadores y los de otras instituciones privadas es lo que marca la diferencia en la enseñanza entre las privadas y públicas.
avelazquez@abc.com.py
No hay comentarios:
Publicar un comentario