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martes, 11 de octubre de 2011

El proceso de separación puede deteriorar la relación con los hijos en más del 25% de los casos

Martes 11 de Octubre de 2011
La psicóloga Asunción Tejedor
Los procesos de separación generan múltiples comportamientos nocivos para el equilibrio psíquico de los hijos de padres divorciados. Máxime si la pareja involucra a los niños en el seno del conflicto, lo cual puede acarrear un impacto negativo en ellos, hasta el punto de que puede hablarse en estos casos de un porcentaje superior al 25 % de deterioro irreversible de las relaciones de los menores con uno de sus dos progenitores.
El efecto producido por las interferencias parentales, fenómeno por el cual un progenitor provoca intencionadamente el rechazo de sus hijos hacia el otro progenitor, en el contexto de una separación o divorcio o en las relaciones paterno y materno filiales, es muy elevado. Según Asunción Tejedor, ponente del curso Intervención en casos de Interferencias Parentales, que ha celebrado recientemente el Colegio de Psicólogos de Las Palmas (COPLP), existen múltiples comportamientos que pueden dar una pista de que se está ante un caso de interferencia parental. Entre otros, presentar el nuevo cónyuge a los hijos como su nueva madre o su nuevo padre, desvalorizar e insultar al otro progenitor delante de los hijos, hablar de manera descortés del nuevo cónyuge del otro progenitor, impedir al otro progenitor el ejercer su derecho de visita, tomar decisiones importantes a propósito de los hijos sin consultar al otro progenitor y amenazar con castigo a los hijos si se atreven a llamar, escribir o contactar con el otro progenitor.
Desde la aprobación de la Ley del divorcio, en 1981, muchos niños (algunos autores lo cifran en más de dos millones) han experimentado el divorcio de sus padres. Cuando estos se separan todos los miembros de la unidad familiar pasan por un periodo de estrés por los cambios que se producen en todos los órdenes de su vida. Pero, sobre todo, porque desde que la separación o el divorcio llega a los juzgados lo que era un problema familiar se traslada a un entorno judicial, en el que el progenitor alienado puede verse aún más perjudicado, porque entre él y sus hijos hay otra figura que va a tomar las decisiones por ellos, lo cual contribuye aún más al empeoramiento de las relaciones.
Desde la psicología se defiende que es importante acudir a un proceso de mediación, para evitar entre otros el problema de las interferencias parentales. Durante el curso realizado en el COPLP se han ofrecido herramientas para que los psicólogos puedan intervenir en casos de interferencias parentales, dada su complejidad, entre los que destaca la creación de programas de intervención psicológica que enseñan a los menores distintas técnicas para superar ese difícil momento.

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