JAVIER RONDA
Día 09/10/2011
En unas semanas se espera que el magistrado vuelva a su juzgado cuando se notifique la esperada sentencia absolutoria, después de que la Fiscalía del TSJA retirara la acusación de prevaricación en el juicio, una acusación que partió de la Fiscalía de Sevilla, incluso con pronunciamientos judiciales que avalaban la actuación del juez. A pesar de que la acusación particular quiera llegar con el caso hasta el Supremo, sin acusación fiscal, el juez volverá a su actividad a mediados del próximo mes de noviembre si es absuelto. Inhabilitado por este proceso judicial y de baja por ansiedad, el juez «ha vivido» estos meses de un seguro particular de responsabilidad civil.
Dos sentencias para una sola verdad. En unos días, el magistrado José Manuel Holgado tiene la difícil papeleta de resolver la apelación de la vista celebrada en la Audiencia Provincial al «Cuco». Para este próximo viernes, se espera esta importante sentencia, la última y definitiva, que pase lo que pase, se intentará aplicar en el juicio a los mayores. Lo que evidencia un despropósito del sistema judicial, es que pueda haber una sentencia y unos hechos probados para el que fuera menor, ahora condenado por encubrimiento a 3 años de ingreso en un centro y que nada tenga que «ver» lo que se sentencie para Carcaño y compañía. Resulta paradójico que siendo los «mismos» hechos pueda existir una sentencia contradictoria que tendría que resolver al final el Supremo. Desde luego, es un problema del legislador, que repercute de forma directa en la justicia y en el trabajo del juez con su herramienta, la ley. Una vez más se demuestra que se necesita reformar esta ley del menor, como se ha dicho por la propia Fiscalía General del Estado, en esta situación caben dos sentencias distintas. En otros países, hay un solo juicio para mayores y menores con la condena correspondiente para cada uno de ellos, atendiendo a la pena si alguno fuera menor de edad.
El juicio de Marta del Castillo y el ojo que sólo ve desde el público. Una sola cámara de televisión en sala de vistas, eso sí, desde el lugar «vip» que ocuparía un ciudadano que fuera de público. «La ubicación de los medios de grabación de imagen será la misma que tendrían los ciudadanos mejor situados dentro de la sala de vistas en espacio dedicado al público, en la situación más cercana a los estrados del tribunal, según el auto del tribunal profesional, formado por los tres magistrados que juzgarán a los 4 acusados. Es decir, en el juicio la imagen que saldrá de televisión para toda España será un plano «nuca», de los acusados, aunque por lo menos se verá el tribunal al fondo. Menos mal, que de esta forma se garantiza el derecho a la información, pero sin ninguna cámara frontal, desde la posición del juez. Mirando desde otro plano, que nadie verá la cara de los cuatro acusados, salvo el tribunal, el secretario judicial, abogados personados y el fiscal.
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