Acerca de la Ley Integral sobre la Violencia de Género

Lunes, 10 de Octubre, 2011

Éste es un artículo que hacía tiempo que tenía ganas de escribir. No voy, obviamente, a comentar una sola línea respecto de la redacción de dicha ley, puesto que aparte de encontrarla en el BOE a través de Internet o en Google, daría mi cuello a que cien mil juristas se pasarían cien años hablando de dicha Ley para olvidarse de lo evidente: sus catastróficos efectos.

La Ley Integral sobre la Violencia de Género es una norma elaborada oportunistamente para ganar una bolsa de votos muy codiciada por los Partidos políticos, sean del ámbito territorial que sean, con ventaja para los que cínicamente se autodenominan "progresistas". Ahora bien, todo buen jurista sabe que toda Ley se elabora con un componente de racionalidad. Mi opinión, y sé que va a levantar ampollas, pero creo que a estas alturas poco importa ya dado el lamentable estado de cosas, es que la filosofía de la discriminación positiva o acción afirmativa en que se basa esta Ley, se ha aplicado tarde, y como todo lo que se hace tarde, se hace mal. Pero mi cogitación es: si el Partido Popular, que dice representar a la mayoría conservadora y practicante de la religión cristiano-católica no ha dicho ni esta boca es mía es sencillamente porque temía que entre sus miembros se desencadenase un tsunami provocado por dicha Ley entre los integrantes de dicho Partido.

En definitiva, vengo a decir y afirmo con total rotundidad y pleno conocimiento de causa que nuevamente se demuestra la bicefalia política constitutiva de La Casta de Superiores que desde hace, yo diría que 33 años viene alejándose cada vez más de las demandas de la sociedad y encerrándose cada vez más en una torre de Marfil que corre el peligro de derrumbarse por lo endeble de sus cimientos.

Que nadie se equivoque: en este sonado fracaso de ingeniería social tienen arte y parte gobernados, pero principalmente todos los poderes del Estado, comenzando por el Judicial, mero apéndice del Ejecutivo, y el Legislativo, una especie de ornamento floral consistente en el edificio que hay en la Carrera de San Jerónimo en Madrid.

En las elecciones del 20 de Noviembre, los españoles nos jugamos el ser o no ser. Y buena parte del éxito o fracaso de esa empresa radica en un colosal esfuerzo de reconciliación nacional, y sobre todo de la cohesión de la célula fundamental de la sociedad: la familia. Por mi parte me permitiré hacer un alegato liberal: cuanto menos meta el Estado las narices en la vida de las personas, más felices serán. Sé que no estoy descubriendo el Mediterráneo, pero conviene de vez en cuando recordar cosas que se olvidan en ridículas discusiones de taberna.

Damas y caballeros, el Guardián de la Libertad sigue vigilante y a su disposición en honor a la salvaguarda de los valores que hacen a los individuos más libres, más humanos, más felices y, por ende, más humanitarios.
          Para su reflexión, les dejo este enlace profusamente documentado:
http://www.facebook.com/l.php?u=http%3A%2F%2Fotrofeminismoesposible.blogspot.com%2F2011%2F07%2F23-mentiras-arriesgadas-de-las-falacias.html&h=aAQAWqhCtAQDHItOzaiOHiNGJ9VuKEfUWSfmL5x3PRdFQ2Q