Conocí a una chica en un bar. Yo conversaba con un conocido y ella era amiga de él. Una chica como cualquier otra acompañada de su amigo, novio, alguien con quien se besaba en todo caso. Este conocido era amigo de la pareja y trabaja con mi ex.http://rincondeldivorciado.blogspot.com.es/2012/07/debo-ser-una-persona-horrible-hay-cosas.html
Todo era muy divertido y hasta una situación simpática. Ella sonreía amistosamente e intercambiábamos opiniones ya ni recuerdo de qué. De pronto el conocido se acercó y le dijo :"El es Daniel, el ex de Camaia". Yo sonreí pues pensé que eso iba a hacernos entrar un poco más en confianza en la conversación. Pasaría de ser un desconocido a ser alguien con más vínculos aún.
Confiado en eso le sonreí y le dije "así es". Su respuesta fue brutal. "¿Tú eres?" dijo casi con asco. Yo la miré un poco desconcertado. "Entonces me llegas al pincho" agregó agresivamente. Yo estaba todavía intrigado y con la sonrisa congelada. No solamente no la conocía si no que, además, ella tampoco me conocía a mi tampoco. Yo me quedé mirándola sin entender la razón de su agresividad gratuita hasta que ella agregó "Mira, yo trabajo con ella y es insoportable en el trabajo pero es buena gente y me ha contado que tú..." a partir de ese punto comencé a escuchar acusaciones de todo calibre. Hasta que no la apoyaba laboralmente adicional a toda la lista de quejas que ya he escuchado tantas veces.
Intenté pensar en algo qué responder. Mientras ella pasó por toda la recatafila de acusaciones, yo recorría con mi mente respuestas que podría dar. Desde contarle cosas malas de ella hasta defenderme diciendo que ahora ella trabaja ahí porque yo se lo recomendé y hasta peleamos por eso. Yo la creía la mujer más capaz que conocía y por eso estaba seguro de que sería exitosa. Lamentablemente, mientras escuchaba las duras palabras de esta amiga: "tú no hacías nada y... " mi mente viajó esos momentos donde ella cariñosamente me llamaba "cosi", los momentos en que nos emocionaba cocinar y hacer chorizitos con queso en la plancha y comerlos en fondue, cuando veíamos Heroes juntos. Recordaba los momentos buenos y no entendía porqué, cuatro años después de separarnos, esta persona a la que no conocía me odiaba por cosas que ella le había contado. Es raro que un desconocido te odie de esa manera.
Me quedaron dos sensaciones cuando terminó de hablar. La primera era que, una vez más, no tenía nada malo que decir de ella. "Todo lo que ella te dice es totalmente verdad y, no es antipática, yo he trabajado con ella". Creo que mi respuesta la desconcertó un poco ya que insistió con que si era antipática. La otra sensación que me quedó es que realmente debo ser una persona horrible. Casi todo lo que recuerdo de ella y comparto son cosas buenas, su inteligencia, su capacidad de diseñar. Todo lo que ella recuerda de mi y cuenta a personas que no conozco son cosas malas y que posiblemente son ciertas pero entonces no comprendo por qué se casó con alguien tan horrible como el que le describe a todos. Realmente debo ser una persona horrible. Descubrir eso en medio de un ambiente de juerga es horrible. Hace muchos años no sentía el impulso de llorar. Pero los hombres no lloran así que me pedí otra cerveza. La pareja se fue a bailar. Algo murió dentro de mi.
Reunión de los lunes
domingo, 29 de julio de 2012
Debo ser una persona horrible - Hay cosas que no acaban
Domingo, 29 de Julio, 2012
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