Reunión de los lunes

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viernes, 27 de julio de 2012

En honor a todos los hombres maltratados psicologicamente por sus exparejas.

Viernes, 27 de Julio, 2012
Carta abierta en memoria de todos los padres victimas del maltrato psicológico por sus excompañeras, a todos los que están y a todos los que se quitaron la vida y no salen en las portadas de TV (el números de suicidios en España supera ya al de los accidentes de trafico). Especialmente se la dedico a dos amigos a Martín que me estará viendo desde el cielo y a Alberto que aun sufre las consecuencias de dicha separación.
A ti hija mía me dirijo mientras se vidrian mis ojos por unas lagrimas que están apunto de brotar y resbalar por mis mejillas una vez más de entre miles a causa de tu ausencia. ¡Como te hecho de menos, como te extraño…!. Si supieses los desgarros de mi corazón y los situases en el tuyo; seguro que no me volverías la espalda y sacarías el odio que arrojaron a tu limpio e inmaculado corazoncillo de niña cuando me separé de tu madre. Quiero que sepas: que te dí lo mejor de mí existencia y te lo seguiré dando cuando tú me lo pidas, porque un padre no es de quita y pon: tus genes que son parte de los míos están unidos de por vida y esos no se pueden borrar con ningún lavado de sangre, ni de cerebro, ni cualquier otro tipo de cambio o maniobra maquiavélica. ¿Sabias que muchas noches no dormía cuando estabas enferma e intentaba calmarte en el silencio de la noche, sabias que mi mayor ilusión era llegar del trabajo para poder abrazarte y entregarte todo mi corazón que en aquel instante se desbordaba porque no había emoción más intensa que estar a tu lado? ¿Sabias que me desolaba cuando te veía triste, enferma? Cuando algún niño se reía de ti o intentaba pegarte, yo salía presto a defenderte, no me importaba echar todas las horas del mundo en el trabajo para poder pagarte el mejor colegio, el dentista, o aquel vestidito que tanto te gustó en el escaparate. Ni me molestaba que cuando llegaba cansado a casa me tomaras de la mano para jugar y pasarnos las horas muertas con tus cosas de niña o como cuando te leía cuentos hasta que tus ojos caían rendidos en un dulce sueño de princesas. Que lastima que hayan sacrificado tu felicidad junto a la mía y que esos sueños ya serán mas difícil de cumplir; esos sueños de princesa porque siempre que los hombres se acerquen a ti los pondrás bajo sospecha, pensando que te abandonarán como lo hizo tu padre. Pero claro tu no eres culpable ni yo y quizás ni siquiera tu madre, pero la inseguridad de las personas adultas y sus miedos hacen que siempre paguen los mas inocentes como tu. Aunque pienso que no es tarde para que sepas toda la verdad: siempre he estado ahí y sigo estando, aún sufro de ansiedad por tu perdida, me despiertos por las noches gritando en la cama cuando desapareces como una bruma ala luz del alba y tengo la sensación de que muero de dolor por tu perdida. También debes saber que si veo a alguna chica de tu edad sigo pensando que eres la más guapa y dulce de todas y cuando te veo a ti y me vuelves la cara mi corazón estalla en pedazos y deseo desaparecer como pompa de jabón sin ruido y sin molestar a nadie como si nunca hubiese formado parte de tu existencia. También debes saber, que después de separarnos tu madre y yo; fui muchas veces ha verte a la casa que fue la de todos, pero según tu madre siempre había un impedimento para que este encuentro no se produjese, siempre había un no puede: no puede porque esta con los abuelos, no puede porque tiene exámenes finales y la pondrás nerviosa, no puede porque esta con cuarenta de fiebre en la cama y la despertarás, no puede porque ha salido, etc. Al final como era de prever… los no puede se convirtieron en no desea verte pero nunca me lo confirmabas tu mi hija en persona. Podría a ver ido a verte respaldado con la guardia civil pero no quería asustarte y que sufrieras aún más. Y mientras pasaba por todo esto, yo solo deseaba que llegase el día para decirte cuanto te amo, que daría mi vida por ti, que nada en este mundo me ha hecho tan feliz como el día que te vi nacer, ni nada me hará sentirme peor que cuando comprenda que te he perdido para siempre. Aunque para siempre yo estaré presto en seguir entregándote todo mi amor. Has de saber también que fui a verte a escondidas al cole, no quería que tu madre formara espectáculos en público y que tú lo pasaras mal, por eso no te decía nada. Y me quedaba largo rato embelesado y babeando viendo lo guapa que ibas y como crecías con el paso del tiempo como la más bella de las rosas. Has de saber finalmente que sigo viviendo por ti, soñando por ti, y que no hay un solo día en mi existencia que no pases por mis pensamientos.
Pedro Chaves rico
http://blogs.hoy.es/amanecer1/2012/07/27/141/

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