Hay pocas cosas más duras para un padre que el tener que denunciar a su propio hijo por agresión. Estas situaciones, lejos de constituir hechos aislados, son cada vez más comunes en Madrid. El Defensor del Menor, jueces, psicólogos y el propio Gobierno regional han alertado sobre el aumentos de estas denuncias en la comunidad, las cuales se han duplicado en tres años, pasando de 213 en 2007 a 401 en 2010.
Los padres no van a los tribunales hasta que se ven desesperados En 2009 fueron 307, según datos de la Fiscalía de Madrid. Pero hay muchos más casos, según los expertos consultados, que no se registran: "Los padres no van a los tribunales hasta que se ven desesperados, y solo si los hijos llegan a la violencia", asegura un portavoz de la Agencia del Menor Infractor de la Comunidad.
Desde la agencia, que se dedica a la reinserción de menores que delinquen, se ha visto cómo estas incidencias son las únicas que han crecido el último año, hasta el punto de haberse situado como las segundas más comunes, solo por detrás del robo con violencia e intimidación (en 2010 se ejecutaron 761 medidas contra menores por este último tipo de faltas).
No hay un perfil único, según los expertos, pero suelen ser chicos de clase media-alta que dirigen su ira, normalmente, hacia la madre. "Una de las principales causas es la falta de valores de la sociedad, así como la permisividad y falta de autoridad de los padres", afirma Jesús Ramírez, psicólogo educativo. "Muchos no actúan hasta que ya es demasiado tarde. En mi consulta he tenido varios preocupados por la agresividad de su hijo, pero no quieren ver el problema", apostilla.
Los padres no van a los tribunales hasta que se ven desesperados En 2009 fueron 307, según datos de la Fiscalía de Madrid. Pero hay muchos más casos, según los expertos consultados, que no se registran: "Los padres no van a los tribunales hasta que se ven desesperados, y solo si los hijos llegan a la violencia", asegura un portavoz de la Agencia del Menor Infractor de la Comunidad.
Desde la agencia, que se dedica a la reinserción de menores que delinquen, se ha visto cómo estas incidencias son las únicas que han crecido el último año, hasta el punto de haberse situado como las segundas más comunes, solo por detrás del robo con violencia e intimidación (en 2010 se ejecutaron 761 medidas contra menores por este último tipo de faltas).
No hay un perfil único, según los expertos, pero suelen ser chicos de clase media-alta que dirigen su ira, normalmente, hacia la madre. "Una de las principales causas es la falta de valores de la sociedad, así como la permisividad y falta de autoridad de los padres", afirma Jesús Ramírez, psicólogo educativo. "Muchos no actúan hasta que ya es demasiado tarde. En mi consulta he tenido varios preocupados por la agresividad de su hijo, pero no quieren ver el problema", apostilla.
Padres arrepentidos
"Cerca del 50% de las incidencias que nos llegan estando de guardia son por casos así, pero luego muchos progenitores se arrepienten y dan marcha atrás, pese a lo grave de la situación. Uno de los últimos fue un adolescente que había golpeado a su madre con la tapa de cristal de la mesa...", explica Concepción Rodríguez, magistrada de menores en Madrid. "Aún así, hay que aclarar que siempre se puede solucionar si se siguen unas adecuadas pautas educativas", aclara.
"Efectivamente, existe una gran preocupación, aunque aún no podríamos catalogarlo como problema social. Hay que valorar cada caso en su contexto. Puede deberse a las malas compañías, a problemas educativos y de entorno, a drogas o incluso a trastornos de conductas que han de ser tratados por un psicólogo", puntualiza Arturo Canalda, Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid.
"Efectivamente, existe una gran preocupación, aunque aún no podríamos catalogarlo como problema social. Hay que valorar cada caso en su contexto. Puede deberse a las malas compañías, a problemas educativos y de entorno, a drogas o incluso a trastornos de conductas que han de ser tratados por un psicólogo", puntualiza Arturo Canalda, Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid.
Qué hacer y cómo detectarlo
Hay varias pistas que, a edades tempranas, pueden alertar a los padres sobre si están ante un posible maltratador. Por ejemplo, si insultan o agreden a sus hermanos. Lo mejor es actuar sin violencia y acudir siempre a manos de un profesional.
Seis pregunta a Pedro García Aguado ('Coacher' y experto en adolescentes)
- ¿A qué se debe el aumento?
En los últimos años, desde los noventa, ha habido una pérdida absoluta de autoridad de algunos padres. - ¿Cómo se manifiesta?
Un factor común es el fracaso escolar. - ¿Cuál es la pauta a seguir?
Lo más esencial es una educación firme, cariñosa e impregnada de presencia y de valores. - ¿Cuál es el germen de estas conductas?
Trastornos de aprendizaje, separaciones matrimoniales mal resueltas, padres demasiado permisivos y sobreprotectores... - ¿Existía antes o es fruto de nuestra sociedad?
Es producto de una sociedad donde la adolescencia empieza antes y termina más tarde. Los jóvenes maduran muy tarde y deberían hacerlo antes. - ¿Puede haber recaídas?
Depende de que la convivencia saludable se mantenga
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