¿Ventaja o daño para los niños?

Jueves, 12 de Julio, 2012

Viernes 13 de enero de 2012
Los hijos son los primeros afectados en cualquier divorcio, pero algunos de ellos se aprovechan de la situación mientras otros sufren las consecuencias

En muchas ocasiones, una separación matrimonial se convierte en la guerra entre papá y mamá, todo eso provoca que los hijos se aprovechen de la situación para obtener “beneficios” que a largo plazo los perjudicarán, aun más cuando son menores de edad.
“Cuando los padres están peleados, los hijos saben que es más fácil que les cumplan sus caprichos”, asegura Lilia Joya, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM.
“El papá que no tiene la custodia accede a los caprichos de los hijos porque teme perder su afecto. En la mamá suele explotarse el sentimiento de culpa, pues creen que le están negando a los hijos la posibilidad de crecer junto a su padre y buscan compensar esta situación”, precisa la también maestra en psicología clínica.
La educación
Mientras tanto, Paulino Castells, especialista en pediatría, neurología y psiquiatría y autor del libro “Los padres no se divorcian de sus hijos”, escribe: “Muchos padres separados atiborran a sus hijos con regalos y con toda clase de complacencias, como manera de atenuar su sentimiento parental de culpa por el poco tiempo que creen les dedican y por el sentimiento de autoculpabilización por la separación en sí”.
“Los padres custodios se quejan a menudo de la posición cómoda de los otros padres no custodios que acostumbran consentirle todo al niño y dejarle hacer lo que quiera y, que luego, cuando regresa a su casa, le es difícil manejarlo, dado que aumentan sus conductas de rebeldía, desorden e irresponsabilidad”, indica Paulino.
Sin reglas
Joya señala que los papás se vuelven condescendientes y permisivos. Les compran a los hijos todo lo que les piden y dejan que rompan las reglas. Por ejemplo, pueden ver televisión el tiempo que deseen y tienen la posibilidad de acostarse a la hora que quieran...
Los adolescentes obtienen permisos para llegar tarde a casa, su propósito es tener menos vigilancia. Estos últimos incluso suelen amenazar a los padres que no les cumplen lo que desean diciéndoles que se irán a vivir con el papá que sí acceda a sus peticiones. “Esta es su arma de control”.
Todo a su favor
“Los hijos se vuelven manipuladores porque están enojados, frustrados y tristes por la separación de sus papás”, asegura María del Carmen Pereda Barrios, pedagoga por la Universidad Panamericana.
“Violentan las normas sin importarles nada. Dejan de adquirir respeto hacia los otros. Aprenden caminos cortos y malhabidos para obtener beneficios. No entienden que las cosas se obtienen mediante el esfuerzo y el trabajo”, dice la maestra.
Los muchachos, en la edad adulta, tienen mayores dificultades para encontrar trabajo porque no saben cumplir con las reglas, así como establecer relaciones de amigos y pareja. “Aprenden que las relaciones humanas son de explotación, no de afecto. No conocen los parámetros de lealtad, de solidaridad”, dice Pereda.
Consejos para padres
“Comprar el afecto del niño no ayuda a fomentar una buena relación parentofilial. El niño puede llegar a asociar amor con regalos materiales, y resumir la relación a la fórmula: ‘Solo me quieres y te quiero si me das cosas’. Así se volverá cada vez más exigente, chantajista y manipulador con las personas que lo rodean y, en especial, con el progenitor que se muestra tan espléndido. Y la mutación completa a niño tirano puede estar muy cerca”.
Paulino Castells
Psiquiatra y escritor

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