2 de junio, 2011
Itzchel Moreno Maldonado
Ciudad Victoria, Tamaulipas .- La Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia registra de enero a mayo de 2011, mil 033 denuncias por abuso a niños, es decir 127 casos más que los abusos que se cometen en contra de mujeres en el mismo período de tiempo.
Cualquiera de ellos pudo ser Kalib, el niño de dos años que murió después de recibir los puñetazos que le propinó su padrastro el pasado domingo.
Sin embrago, estos mil 033 casos en la Procuraduría, al menos están localizados, son casos que se siguen de cerca y se investigan, mientras que a Kalib le faltó un ángel de la guarda más atento que alertara a los vecinos para denunciar al 075.
Lucía Graciano Casas, procuradora de la Defensa del Menor y la Familia explica:
“Cuando los vecinos o familiares hacen de nuestro conocimiento un caso, la trabajadora social tiene la obligación de investigar en los alrededores, con los vecinos y con los propios familiares para iniciar una función legal, al menos por cuatro días”.
Kalib es el primer niño abusado en los albores de un sexenio y Graciano Casas se jura a sí misma que hará todo cuanto sea posible porque no exista un solo abuso más hacia los infantes, pero clama ayuda, porque el DIF y sus diferentes instancias no pueden vigilar cada rincón de la ciudad.
“Como vecinos tenemos que estar atentos a nuestro entorno, ver si se escuchan gritos frecuentes de los niños, llanto, o bien, si la mamá y el papá salen y los dejan por muchas horas solos, eso es abandono y también es una forma de maltrato, así como hay otras personas que los dejan solos sin estar encerrados y los niños juegan por horas y horas en las calles, comen por la bondad de los vecinos hasta que esperan el regreso de sus padres”.
Esos son los semáforos en rojo que alertan las acciones de la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia y deben ser las señales que alerten también a los vecinos para efectuar denuncias anónimas.
“Lo que nos hace falta es denunciar y no denunciar por temor a represalias de parte de las familias en conflicto, pero para eso tenemos la denuncia anónima a través del 075 o que nos hagan llegar a través de una carta o mensaje el domicilio donde se cree que prevalece una situación de violencia hacia los niños o hacia la mujer, pero no bastan las acciones del DIF necesitamos la participación de todos”.
La procuradora Lucía Graciano Casas, abogada de profesión se consternó, como cientos de tamaulipecos, al tener conocimiento sobre el caso de Kalib.
“Me sentí impotente, me dije: ‘bueno, qué estamos haciendo, que el mensaje del DIF estatal no ha llegado a penetrar a todas las conciencias, decirles aquí estamos para apoyarlas, para servir en esta disciplina y en esta administración, me dolió muchísimo la muerte de este pequeño porque se pudo haber evitado si los vecinos o quienes se hayan dado cuenta de esta situación nos hubieran avisado, ahora debemos evitar que haya más niños “Luna” que pasen el mismo problema, ¿cómo? denunciando. Este es el primer caso en mi gestión y espero que sea el único y el último que se presente de aquí en adelante”.
La abogada Graciano Casas hace un llamado a la población para ser un auditor social y vigilar su entorno y el entorno de nuestros niños.
En la Procuraduría Estatal existen cuatro departamentos, el Jurídico, Psicológico, Trabajo Social y Mediación Familiar, elementos que en su conjunto vigilan en bienestar de los niños catalogados por presunta violencia.
Se espera que en los próximos días los casos por denuncia en infantes aumenten, debido a que el caso de Kalib cimbró a la sociedad y al menos por tiempo la misma sociedad en respuesta al abuso cometido ante un indefenso estará atenta.
En base a las estadísticas de la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Famila, el mayor número de denuncias hacia menores se registra en las colonias de la periferia y las colonias aledañas al Sistema DIF Tamaulipas.
Entre los municipios más azotados por este mal se ubica a municipios fronterizos, Tampico y Ciudad Victoria.
“El factor maltrato, el factor violencia está inmerso en todos los estratos sociales y económicos, pero no siempre se tiene la valentía de denunciarlo”.
No existe un patrón de conducta para detectar a un hombre o mujer con tendencia a abusar de los infantes, argumenta la abogada Lucía Graciano Casas, puede ser cualquiera que abandone a sus hijos, privarlo de la manutención, castigos severos, golpes y palabras hirientes que ocasionan en los niños baja autoestima.
http://conexiontotal.mx/2011/06/02/aumenta-maltrato-infantil/
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