Las millonarias contribuciones españolas a la feminista UN Women han sido en vano. La directora de la agencia, Michelle Bachelet, no quiere a la ex ministra.
En abril de 2010, España y Unifem (Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la mujer) firmaron un marco estratégico de colaboración de tres años de duración por importe de 99,500,000 euros. El propósito de tal desembolso consistía en “promover en todo el mundo la igualdad de género”. Apenas dos meses después de formalizar la donación española, Naciones Unidas subsumía las funciones de Unifem en una “nueva estructura de empoderamiento de la mujer” conocida como UN Women. Para ocupar la dirección ejecutiva de la nueva agencia, se designó a Michelle Bachelet, recién concluido su mandato como presidenta de Chile. Como cabeza de UN Women, Bachelet goza del rango de secretaria general adjunta de la ONU.
La donación española ratificó el papel de España como primer contribuyente global a UN Women, papel que ostenta desde 2008 por sus pagos a la subsumida Unifem, que comenzaron con la entrega de 50 millones de euros. Así, sólo en 2010, España hizo efectiva la entrega de 23 millones de euros para la agencia, en tanto que para 2011 se han comprometido 25 millones de euros, todavía no percibidos por la agencia. Por sí misma, UN Women es receptora del 2,5% de la contribución multilateral de España.Sin embargo, la esplendidez del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero con esta agencia de las Naciones Unidas no ha tenido su correlato en cuotas de poder de decisión en el seno de la misma. De hecho, España, a través de gestiones realizadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, ha fracasado en colocar a su peón elegido en la cúpula de UN Women: la ex ministra de Igualdad y actual Secretaria de Estado de la misma materia, Bibiana Aído.
Según altas fuentes diplomáticas a las que ha tenido acceso LA GACETA, el frustrado proceso de recolocación de Aído en la agencia de la ONU ha conocido diversas etapas. En un primer momento, cuando Bachelet estaba organizando su gabinete tras jurar el cargo a finales de septiembre de 2010, el Gobierno presionó a la chilena para que Aído ocupara el número dos en el escalafón de UN Women, puesto que, según comunicó Bachelet, ya tenía reservado para personalidades de países emergentes cuando se hizo la gestión: de hecho, la sudamericana dejó de impulsar la presencia en su gabinete de expertos de países como Brasil por cuestión de reparto geográfico, habida cuenta de que ella es chilena. Asimismo, ante las peticiones del Ejecutivo español de destinar el número 3 del escalafón de UN Women para Aído, la respuesta de la agencia consistió en subrayar su política de paridad en el reparto de cargos entre hombres y mujeres. A continuación, Bachelet transigió con otorgar un puesto de responsabilidad a Aído en el Comité Ejecutivo que coordina los trabajos de la agencia. La andaluza llegó a viajar a Nueva York para mantener entrevistas que, finalmente, no fructificaron en la adjudicación del puesto. A falta de explicaciones oficiales, informaciones oficiosas afirman que este nuevamente frustrado intento fracasó por las escasas competencias de Aído en lengua inglesa, extremo este que LA GACETA no ha podido confirmar.
Finalmente, la visita a España de Bachelet a finales del mes de mayo volvió a conocer nuevas gestiones del Gobierno.
Según fuentes de Exteriores, la oferta propuesta a Bachelet –a la que esta ha asentido– consiste en impulsar proyectos conjuntos entre UN Women y la Secretaría de Estado de Igualdad y diversas ONG españolas. A la directora ejecutiva de UN Women se le ha propuesto que los mencionados proyectos estén cofinanciados por el Gobierno de España y la propia agencia de la ONU.
http://www.intereconomia.com/noticias-sociedad/gobierno-fracasa-repetidos-intentos-colocar-aido-onu-20110618?page=1
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