Un informe denuncian las carencias y señala que la ideología de género hace campaña contra la declaración conjunta
15-06-2011
En España el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas es un impuesto que discrimina a las familias, según el informe “IRPF e igualdad de trato a las familias”, realizado por el Barómetro de la Familia de la Fundación Acción Familiar (www.accionfamiliar.org).
El IPRF en España penaliza especialmente a la familia cuando la renta es percibida sólo por uno de los cónyuges.
El IPRF en España penaliza especialmente a la familia cuando la renta es percibida sólo por uno de los cónyuges.
Las autoras de este informe, Mª Teresa López y Mónica Gómez de la Torre, afirman que “el esfuerzo fiscal que las familias deben hacer en relación al pago del IRPF es cada vez más elevado. Se puede afirmar que las familias españolas, sobre todo cuando uno de los cónyuges, normalmente la mujer, no percibe rendimiento alguno por su trabajo (lo que no quiere decir que no trabaje), no sólo no se las protege sino que son claramente discriminadas con respecto a aquellas otras en las que el mismo volumen de ingresos es percibido por ambos. No parece que esto deba aceptarse cuando el IRPF no grava rentas monetarias sino capacidad económica”.
“El tratamiento fiscal de las parejas casadas lleva en muchos casos –asegura el informe- a una discriminación de éstas, al hacerles soportar una carga fiscal más elevada, lo que supone un claro incumplimiento de la verdadera igualdad de trato”.
En estos casos, es adecuado tributar conjuntamente, ya que permite elegir a cada familia y reduce considerablemente la complejidad y costes administrativos que se derivan de la gestión del impuesto.
Según los últimos datos estadísticos, una cuarta parte de las declaraciones de la renta presentadas en España son conjuntas.
Extremadura y Castilla La-Mancha, lo peor
El informe “IRPF e igualdad de trato a las familias” realiza un estudio comparado por comunidades autónomas entre dos familias idénticas (padre, madre y tres hijos pequeños). En un caso trabajan los dos progenitores y en el segundo sólo trabaja fuera de casa uno de ellos.
Extremadura es la comunidad donde la familia en la que sólo trabaja uno, paga más impuestos por IRPF, seguida de Castilla La-Mancha y Cantabria. La cuota en la que trabajan los dos también es la más alta en Extremadura, Cantabria y Castilla La-Mancha, por este orden.
La autonomía donde ambas familias pagan menos IRPF es la Comunidad Valenciana. La familia en la que trabajan los dos tiene la mayor renta disponible si reside, por este orden, en Valencia, Canarias y Castilla y León. Por el contrario, tiene la menor si lo hace en Extremadura y Cantabria. La familia en la que sólo trabaja un cónyuge tiene la mayor renta disponible en Valencia, Castilla y León y Galicia, por este orden. Y la menor en Extremadura, Castilla La-Mancha, Cantabria y Asturias.
Extremadura es la comunidad donde la familia en la que sólo trabaja uno, paga más impuestos por IRPF, seguida de Castilla La-Mancha y Cantabria. La cuota en la que trabajan los dos también es la más alta en Extremadura, Cantabria y Castilla La-Mancha, por este orden.
La autonomía donde ambas familias pagan menos IRPF es la Comunidad Valenciana. La familia en la que trabajan los dos tiene la mayor renta disponible si reside, por este orden, en Valencia, Canarias y Castilla y León. Por el contrario, tiene la menor si lo hace en Extremadura y Cantabria. La familia en la que sólo trabaja un cónyuge tiene la mayor renta disponible en Valencia, Castilla y León y Galicia, por este orden. Y la menor en Extremadura, Castilla La-Mancha, Cantabria y Asturias.
Propaganda de género contra la declaración conjunta
La Fundación Acción Familiar denuncia un curioso fenómeno: los militantes de la ideología de género están en campaña contra las declaraciones conjuntas.Para esta ideología, la declaración conjunta invita a las mujeres a permanecer en casa y a desarrollar un trabajo que -en su visiónd e las cosas- resulta improductivo e invisible.
Acción Familiar apunta más bien a que la decisión de trabajar o no trabajar fuera de casa no le corresponde al legislador, sino a la pareja, mientras que el Estado sólo debe ocuparse de hacer políticas económicas que faciliten la creación de empleo para que quienes deseen trabajar puedan hacerlo en las condiciones adecuadas a sus necesidades.
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