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Las mujeres que son responsables de una familia monoparental sufren un mayor riesgo de caer en la pobreza, de ser excluidas por la sociedad y apartadas por el mercado labora, según un estudio de la Universidad de Barcelona (UB) nada sospechoso de sufrir un sesgo conservador: está subvencionado por el muy feminista Instituto de la Mujer y se titula "Monoparentalidad y exclusión social. Estrategias de supervivencia y bienestar desde una perspectiva de género".
El trabajo de campo fue realizado entre 2008 y 2010 para conocer el bienestar de los hogares mantenidos por mujeres solas. Y lo que se descubrió es que no todas las situaciones de convivencia ni todas las posibilidades de educar a los hijos valen igual: los hogares de madres solas son, desgraciadamente, una fábrica de pobreza.
La investigación, dirigida por Elisabet Almeda, profesora de sociología de la UB, incluye los datos de las bases de datos españolas y europeas sobre familias, y también hace un informe cualitativo a partir de entrevistas en profundidad a 25 madres solas con hijos en situaciones de precariedad.
El Instituto de la Mujer señala que los hogares de madre sola con hijos entre 1991 y 2001 se incrementaron en casi un 47 por ciento y la tendencia es que sigan creciendo.
Las madres solas, indica el estudio, tienen grandes dificultades para estabilizar su situación laboral, de vivienda y de recursos vitales mínimos para poder desarrollar estrategias y supervivencia y bienestar. Contribuyen a "la feminización de la pobreza" y "muchas de ellas están en situaciones de marginalidad y de exclusión social". La causa está en las rupturas, divorcios, separaciones y el fenómeno de las madres solteras.También ha aumentado ligeramente el número de hombres solos al frente de un hogar: del 17% en 1991 al 19% en 2001.
Según el estudio, el mercado y las empresas tienen la sensación de que la madre sola con hijos será menos productiva y aportará más absentismo y mayor conflictividad laboral. El estudio afirma, sin embargo, que las madres solas trabajan más en el mercado, con igual o menor absentismo ocupacional "y silenciando sus circunstancias personales para evitar la revictimización social o, incluso, el despido".
Según el estudio, el mercado y las empresas tienen la sensación de que la madre sola con hijos será menos productiva y aportará más absentismo y mayor conflictividad laboral. El estudio afirma, sin embargo, que las madres solas trabajan más en el mercado, con igual o menor absentismo ocupacional "y silenciando sus circunstancias personales para evitar la revictimización social o, incluso, el despido".
A pesar de que España practica de forma sumaria el divorcio exprés, el estudio afirma que los procesos legales de separación y divorcio se alargan, y durante esa incertidumbre la separada debe sostener en solitario toda la economía del hogar cuando, en muchas ocasiones, no tienen trabajo ni un sueldo para hacerlo.
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