Hay 259 mil están separados o divorciados, mientras 42 mil son papás solteros y 495 mil son viudos
20 de Junio, 2011
CIUDAD DE MÉXICO (19/JUN/2011).- Al menos 736 mil hogares están encabezados por hombres a los que abandonaron, son divorciados, padres solteros o viudos, revelan datos dados a conocer por el Conapo y el Inegi.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y del Consejo Nacional de Población (Conapo), 21 millones de padres viven con sus hijos; 20 millones viven en pareja y con sus hijos, 259 mil están separados o divorciados, mientras 42 mil son papás solteros y 495 mil son viudos
En tanto, 17.2 millones tienen entre 25 y 59 años de edad, pero hay quienes son padres desde los 16 años, es decir, que 1.4 millones tienen hijos antes de cumplir 25 años, mientras que en el otro extremo de la vida, 2.5 millones de adultos mayores viven con sus hijos.
Este es el panorama de la paternidad en México, sin olvidar que ahora existen los “amos de casa”, es decir, hombres que se ponen de acuerdo con sus mujeres para ejercer las funciones del hogar; mientras ellas trabajan, ellos cuidan a los niños y se ocupan de los quehaceres domésticos.
De acuerdo con el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), en México se tienen reconocidos diversas estructuras de familias: está la nuclear o elemental, que es la constituida por el padre, la madre e hijos, ya sean biológicos o adoptados.
Asimismo existe la familia extensa o consanguínea, es decir, más allá de dos generaciones y está basada en los vínculos de sangre de una gran cantidad de personas.
Esto quiere decir que son los padres, niños, abuelos, tíos, sobrinos, primos y demás, a lo que se suma la familia de triple generación que incluye a los padres, a sus hijos casados o solteros, a los hijos políticos y a los nietos.
También existe la familia monoparental, que se constituye por uno de los padres y sus hijos, debido a situaciones como divorcios; abandono por un embarazo precoz; o fallecimiento de uno de los cónyuges.
Padre con tres matrimonios
Jaime Michaus, de 50 años, se ha casado tres veces y tiene seis hijos; a los 21 años fue padre por primera vez, de Daniela, que ahora tiene 29 años y ya lo hizo abuelo; su matrimonio duró poco más de tres años y ella se fue, por lo que tuvo que enfrentar el hecho de ser padre soltero, para lo que lo apoyaron sus padres.
De su segundo matrimonio tuvo dos hijos más, Valeria (hoy de 18 años) y Jaime (actualmente de 25 años); él se divorció y sus descendentes se quedaron con su madre, pero él convive con sus ellos e incluso el varón trabaja con él.
También se hizo cargo de dos hijos más de su actual esposa, a los que quiere y apoya pues tienen 14 y 12 años de edad; Ximena, de 9 años, es la más chica y aunque es fruto de su anterior matrimonio, es con quien mejor se lleva y a la que más consiente y tiene paciencia.
“Yo fui padre muy joven. Sí lo esperaba, pues ya tenía dos años de casado, pero de todos modos no era el momento, los dos teníamos muchos planes profesionales y terminamos en el divorció. Ni modo, esas cosas suceden, pero tuve una niña hermosa que ya me hizo abuelo de otra nena”, reveló.
Michaus es gerente de representantes médico en un laboratorio trasnacional, tiene un buen sueldo, su actual esposa trabaja y su responsabilidad primordial es Ximena y los dos niños de ella, a los cuales ama como a sus hijos, “son los chiquito, son los que me necesitan”.
Jaime, trabaja más de 12 horas diarias, pero los sábados y domingos, se los dedica a sus hijos menores, sobre todo a Ximena, que no vive con él; atribuye su buena relación con ella a su madurez y a que a pesar del trabajo, se da tiempo para estar con ella.
“Me divierto mucho con ella, es muy simpática; además ahora tengo tiempo para jugar y atenderla, de llevarla a pasear, de ir al cine, al teatro y de paseo a otras ciudades y a la playa. También se lleva bien con los hijos de mi actual esposa”, comentó.
Él recomienda a los jóvenes que si pueden, sean padres después de los 35 años de edad, pues es cuando más disfrutan a sus hijos porque ya consolidaron sus profesiones, tienen un buen nivel económico y sobre todo dedican tiempo y paciencia a sus pequeños.
“Recomiendo a los jóvenes que no se aceleren, que primero disfruten como pareja; que si se casan o deciden vivir en unión libre, tratar de conocerse, realizarse profesionalmente y una vez que lo logren, ya viven otros objetivos y creo que la pareja como tal anhela tener un hijo para consolidar ese matrimonio y unión de la familia”, opinó.
El señor Michaus aseveró que ama a su padre, quien tiene 81 años y a quien organizó una comida en su casa para festejar este Día del Padre en compañía de su hermano Carlos, pero recordó que su progenitor era muy serio y a él le hubiera gustado que hubiera sido más comunicativo y cariñoso; ahora que es adulto lo entiende y lo valora mucho.
“Hoy me gustaría decirle muchas cosas, a pesar de que siempre fue muy serio. Más que estricto muy serio, fue un guía, muchas cosas que hoy aplico es el ejemplo que él me impuso. Le diría hoy que lo quiero mucho, cosa que he hecho poco por su forma de ser seria y seca, y trato hoy de aprovecharlo lo más que puedo”, reveló.
Jaime señaló que lo que no repetiría de su padre sería la falta de comunicación y apego con ellos, que él prefiere decirle a sus hijos que los ama, consentirlos y transmitirles ese amor.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y del Consejo Nacional de Población (Conapo), 21 millones de padres viven con sus hijos; 20 millones viven en pareja y con sus hijos, 259 mil están separados o divorciados, mientras 42 mil son papás solteros y 495 mil son viudos
En tanto, 17.2 millones tienen entre 25 y 59 años de edad, pero hay quienes son padres desde los 16 años, es decir, que 1.4 millones tienen hijos antes de cumplir 25 años, mientras que en el otro extremo de la vida, 2.5 millones de adultos mayores viven con sus hijos.
Este es el panorama de la paternidad en México, sin olvidar que ahora existen los “amos de casa”, es decir, hombres que se ponen de acuerdo con sus mujeres para ejercer las funciones del hogar; mientras ellas trabajan, ellos cuidan a los niños y se ocupan de los quehaceres domésticos.
De acuerdo con el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), en México se tienen reconocidos diversas estructuras de familias: está la nuclear o elemental, que es la constituida por el padre, la madre e hijos, ya sean biológicos o adoptados.
Asimismo existe la familia extensa o consanguínea, es decir, más allá de dos generaciones y está basada en los vínculos de sangre de una gran cantidad de personas.
Esto quiere decir que son los padres, niños, abuelos, tíos, sobrinos, primos y demás, a lo que se suma la familia de triple generación que incluye a los padres, a sus hijos casados o solteros, a los hijos políticos y a los nietos.
También existe la familia monoparental, que se constituye por uno de los padres y sus hijos, debido a situaciones como divorcios; abandono por un embarazo precoz; o fallecimiento de uno de los cónyuges.
Padre con tres matrimonios
Jaime Michaus, de 50 años, se ha casado tres veces y tiene seis hijos; a los 21 años fue padre por primera vez, de Daniela, que ahora tiene 29 años y ya lo hizo abuelo; su matrimonio duró poco más de tres años y ella se fue, por lo que tuvo que enfrentar el hecho de ser padre soltero, para lo que lo apoyaron sus padres.
De su segundo matrimonio tuvo dos hijos más, Valeria (hoy de 18 años) y Jaime (actualmente de 25 años); él se divorció y sus descendentes se quedaron con su madre, pero él convive con sus ellos e incluso el varón trabaja con él.
También se hizo cargo de dos hijos más de su actual esposa, a los que quiere y apoya pues tienen 14 y 12 años de edad; Ximena, de 9 años, es la más chica y aunque es fruto de su anterior matrimonio, es con quien mejor se lleva y a la que más consiente y tiene paciencia.
“Yo fui padre muy joven. Sí lo esperaba, pues ya tenía dos años de casado, pero de todos modos no era el momento, los dos teníamos muchos planes profesionales y terminamos en el divorció. Ni modo, esas cosas suceden, pero tuve una niña hermosa que ya me hizo abuelo de otra nena”, reveló.
Michaus es gerente de representantes médico en un laboratorio trasnacional, tiene un buen sueldo, su actual esposa trabaja y su responsabilidad primordial es Ximena y los dos niños de ella, a los cuales ama como a sus hijos, “son los chiquito, son los que me necesitan”.
Jaime, trabaja más de 12 horas diarias, pero los sábados y domingos, se los dedica a sus hijos menores, sobre todo a Ximena, que no vive con él; atribuye su buena relación con ella a su madurez y a que a pesar del trabajo, se da tiempo para estar con ella.
“Me divierto mucho con ella, es muy simpática; además ahora tengo tiempo para jugar y atenderla, de llevarla a pasear, de ir al cine, al teatro y de paseo a otras ciudades y a la playa. También se lleva bien con los hijos de mi actual esposa”, comentó.
Él recomienda a los jóvenes que si pueden, sean padres después de los 35 años de edad, pues es cuando más disfrutan a sus hijos porque ya consolidaron sus profesiones, tienen un buen nivel económico y sobre todo dedican tiempo y paciencia a sus pequeños.
“Recomiendo a los jóvenes que no se aceleren, que primero disfruten como pareja; que si se casan o deciden vivir en unión libre, tratar de conocerse, realizarse profesionalmente y una vez que lo logren, ya viven otros objetivos y creo que la pareja como tal anhela tener un hijo para consolidar ese matrimonio y unión de la familia”, opinó.
El señor Michaus aseveró que ama a su padre, quien tiene 81 años y a quien organizó una comida en su casa para festejar este Día del Padre en compañía de su hermano Carlos, pero recordó que su progenitor era muy serio y a él le hubiera gustado que hubiera sido más comunicativo y cariñoso; ahora que es adulto lo entiende y lo valora mucho.
“Hoy me gustaría decirle muchas cosas, a pesar de que siempre fue muy serio. Más que estricto muy serio, fue un guía, muchas cosas que hoy aplico es el ejemplo que él me impuso. Le diría hoy que lo quiero mucho, cosa que he hecho poco por su forma de ser seria y seca, y trato hoy de aprovecharlo lo más que puedo”, reveló.
Jaime señaló que lo que no repetiría de su padre sería la falta de comunicación y apego con ellos, que él prefiere decirle a sus hijos que los ama, consentirlos y transmitirles ese amor.
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