Una vecina de Esteban Echeverría contó su dramática experiencia por la que vio peligrar la tenencia de sus propios hijos por la intervención del área de Niñez del municipio echeverriano. El intendente local habría separado de sus cargos a varios de los responsables. La mujer se convirtió ahora en demandante y “pide justicia”.
2011-06-04
Así lo denunció en el marco de una serie de audiencias que llevó a cabo el Concejo Deliberante echeverriano, donde sumó su testimonio a otros, por denuncias referidas a la aplicación “irregular” de la medida de guarda de abrigo, por parte de una funcionaria del área de Niñez. La mujer es empleada municipal y agregó detalles a las circunstancias en las que ella misma fue objeto de “denuncias falsas”, por las que intentaron quitarle a sus hijos.
Evangelina Zárate es trabajadora municipal y la experiencia traumática que vivió en 2010 aún la llena de angustia. En medio de la polémica desatada por presuntas irregularidades graves en el área de Niñez municipal que encabezaba –o encabezaba- Mónica Bembenga, esta mamá contó la larga pelea que dio cuando intentaron separarla de sus tres hijos: “Ahora voy a ir hasta las últimas consecuencias, porque todo lo que se dijo fueron comprobadas falacias. Por el mal trato que sufrí, por el miedo que tuvieron los chicos, no nos sirve que separen a veinte perejiles de sus cargos por lo que hicieron, sino que descubran lo que hacen dos o tres, que son los verdaderos responsables de todo ésto”, señaló indignada la mujer.
La historia de Evangelina Zárate, salió a la luz tras un año de lucha y por medio de las denuncias de un grupo de ex empleadas de Niñez municipal que revelaron diversas “irregularidades graves”; ésto sumado a más casos que han conmocionado a la opinión pública como la muerte de un chiquito de dos años que había sido puesto al cuidado de una familia a través de la medida llamada “guarda de abrigo”.
Pero la lucha de Evangelina consiguió, no sólo que no le quitaran a sus hijos, sino que se pusiera de relieve el manejo de los asuntos de Niñez, que vulneran justamente a los más indefensos, es decir a los chicos.
Según relató Evangelina, el 22 de abril de 2010 fue citada mediante telegrama por la psicóloga Sabrina Barbatano y la trabajadora Social Yamila Romero de la Dirección de Niñez Municipal. Inmediatamente Zárate se presentó antes de la cita para conocer el motivo de la convocatoria, en la que se la notificó de una denuncia por presunta irresponsabilidad y descuido de sus hijos; aunque señala que “nunca se me informó en profundidad el tenor de la denuncia. Me entrevistó un equipo, ante mi sorpresa por algo que me parecía increíble y quedamos en realizar una nueva entrevista con mi hijos, pero al poco tiempo me citó otro equipo, uno diferente que ´por un error administrativo´ no tuvieron comunicación entre sí y desconocían el caso. En estas circunstancias decidí no exponer a mis hijos ante tan graves faltas de profesionalismo y comunicación”, dijo Evangelina quien además señaló que en ese lapso sufrió “malos tratos por parte de la doctora Mastellone, -abogada del área- quien me juzgó y sentenció sin siquiera conocerme, dando por cierta una denuncia que pudimos probar, sin mucho esfuerzo, porque no era cierta. Yo soy viuda, trabajo en el hospital (Santamarina) todo el día y a mis hijos los cuidaba su abuelo; se dijeron cosas atroces sobre mí y mi papá que no eran ciertas y pese a ese mal trato injustificado se negaron a asesorarnos debidamente y a ponernos al corriente sobre la denuncia”, reveló Evangelina quien rápidamente inició trámites para conocer el carácter de la denuncia a la que, hasta el día de hoy, no pudo tener acceso: “No encontré la denuncia en ninguna parte, ni en la comisaría de la Familia, ni en la delegación de Lomas, ni en la UFI correspondiente, hablé en el Zonal, nunca aparecí denunciada en ninguna parte y mi papá tampoco. Quiero aclarar hasta el momento que nunca pude ver la denuncia, nadie en Niñez quiso asesorarme, sobre que hay formas legales de ver tales denuncias, todo me resultaba realmente sospechoso”, afirmó Zárate. A raíz de su negativa a permitir la entrevista con sus hijos, en tanto no pudiera acceder a información fehaciente sobre su caso, fue anoticiada de que podría el caso haber tenido el peor desenlace: “Tenían previsto aplicar la ley 13.298 de Guarda de Abrigo sobre mis hijos, una ley que se aplica en última instancia y que a mí me la quisieron poner desde el primer momento. Yo no quería exponer así a mis hijos por una denuncia que no aparecía por ningún lado; parecíamos todos locos, yo tenía que creer en la palabra de gente que me maltrató y nunca me probó nada sobre la verdadera existencia de la denuncia y llevarles a mis hijos sin protestar. Mi hija de 9 años llegó a tener ataques de pánico por la situación, porque tenía miedo que se la llevaran de la escuela”, relató angustiada.
“Después de eso no tuve más que acceder; la justa intervención de la directora de la Escuela 14 a la que asisten mis hijos, permitió que se llevara a cabo una audiencia entre los nenes y el equipo en la que ella misma estuvo presente. Después de todo lo que nos hicieron pasar, lo único que me dijeron es ´los chicos están contentos porque el abuelo les da dos pesos para la escuela´; fue todo ridículo pero también doloroso. Reconozco en esto, la intervención de las concejales Analía Pérez, Valeria Bellizzi y Marta Mangas, que fueron a mi casa y con quienes hablé”, señaló Zárate.
Aunque Evangelina sostuvo que no está “completamente conforme, como madre, con las investigaciones que se están realizando. Yo me presenté en el Concejo Deliberante y me encontré con una gran sorpresa al ver que el marido de la denunciada estaba ahí. Por ética, por respeto, él mimo debería haberse levantado y no participado de las reuniones por el vínculo que lo une a la funcionaria, porque no se puede ser imparcial; yo misma me retiré de esa primera audiencia pese a que los ´menores´ de los que se hablaba, eran los míos”, señaló y agregó que “hubo que pedir repetidamente que el concejal –Saavedra- no presenciara las audiencias, cuando tendrían que haber sido los propios concejales los que deberían ver que no correspondía. Yo todavía no sé quien me denunció a mí”, apuntó.
“La verdad es que aunque no lograron lo que pretendían, pero nos dañaron y nos ensuciaron; siempre queda la duda, hay que explicar todo el tiempo que soy una trabajadora, que voy del hospital a mi casa y de mi casa al hospital, que mis hijos son chicos normales y felices. Se dijeron verdaderas mentiras y el pago es que hoy Bembenga está de vacaciones, sobre Mastellone sólo hay silencio, el concejal Saavedra se enteró de todo lo que se dijo en las audiencias y tampoco se citó a declarar a la señora Cecilia Juárez a quien en agosto de 2010 le entregué una carta denunciando mi caso al intendente y de la que este año me enteré que nunca le llegó. Les estábamos dando alarmas; y mientras tanto cuántas familias sufrieron desde agosto de 2010 a abril de 2011 ¿Alguien nos va a pedir disculpas por este error?”, concluyó la mamá.
http://urbano-echeverria.com.ar/2_3col.php?nota=6210_Una_mujer_vio_peligrar_la_tenencia_de_sus_hijos_por_%E2A%9Cerrores%E2A%9D_en_una_dependencia_municipal____2011-6-3
2011-06-04
Así lo denunció en el marco de una serie de audiencias que llevó a cabo el Concejo Deliberante echeverriano, donde sumó su testimonio a otros, por denuncias referidas a la aplicación “irregular” de la medida de guarda de abrigo, por parte de una funcionaria del área de Niñez. La mujer es empleada municipal y agregó detalles a las circunstancias en las que ella misma fue objeto de “denuncias falsas”, por las que intentaron quitarle a sus hijos.
Evangelina Zárate es trabajadora municipal y la experiencia traumática que vivió en 2010 aún la llena de angustia. En medio de la polémica desatada por presuntas irregularidades graves en el área de Niñez municipal que encabezaba –o encabezaba- Mónica Bembenga, esta mamá contó la larga pelea que dio cuando intentaron separarla de sus tres hijos: “Ahora voy a ir hasta las últimas consecuencias, porque todo lo que se dijo fueron comprobadas falacias. Por el mal trato que sufrí, por el miedo que tuvieron los chicos, no nos sirve que separen a veinte perejiles de sus cargos por lo que hicieron, sino que descubran lo que hacen dos o tres, que son los verdaderos responsables de todo ésto”, señaló indignada la mujer.
La historia de Evangelina Zárate, salió a la luz tras un año de lucha y por medio de las denuncias de un grupo de ex empleadas de Niñez municipal que revelaron diversas “irregularidades graves”; ésto sumado a más casos que han conmocionado a la opinión pública como la muerte de un chiquito de dos años que había sido puesto al cuidado de una familia a través de la medida llamada “guarda de abrigo”.
Pero la lucha de Evangelina consiguió, no sólo que no le quitaran a sus hijos, sino que se pusiera de relieve el manejo de los asuntos de Niñez, que vulneran justamente a los más indefensos, es decir a los chicos.
Según relató Evangelina, el 22 de abril de 2010 fue citada mediante telegrama por la psicóloga Sabrina Barbatano y la trabajadora Social Yamila Romero de la Dirección de Niñez Municipal. Inmediatamente Zárate se presentó antes de la cita para conocer el motivo de la convocatoria, en la que se la notificó de una denuncia por presunta irresponsabilidad y descuido de sus hijos; aunque señala que “nunca se me informó en profundidad el tenor de la denuncia. Me entrevistó un equipo, ante mi sorpresa por algo que me parecía increíble y quedamos en realizar una nueva entrevista con mi hijos, pero al poco tiempo me citó otro equipo, uno diferente que ´por un error administrativo´ no tuvieron comunicación entre sí y desconocían el caso. En estas circunstancias decidí no exponer a mis hijos ante tan graves faltas de profesionalismo y comunicación”, dijo Evangelina quien además señaló que en ese lapso sufrió “malos tratos por parte de la doctora Mastellone, -abogada del área- quien me juzgó y sentenció sin siquiera conocerme, dando por cierta una denuncia que pudimos probar, sin mucho esfuerzo, porque no era cierta. Yo soy viuda, trabajo en el hospital (Santamarina) todo el día y a mis hijos los cuidaba su abuelo; se dijeron cosas atroces sobre mí y mi papá que no eran ciertas y pese a ese mal trato injustificado se negaron a asesorarnos debidamente y a ponernos al corriente sobre la denuncia”, reveló Evangelina quien rápidamente inició trámites para conocer el carácter de la denuncia a la que, hasta el día de hoy, no pudo tener acceso: “No encontré la denuncia en ninguna parte, ni en la comisaría de la Familia, ni en la delegación de Lomas, ni en la UFI correspondiente, hablé en el Zonal, nunca aparecí denunciada en ninguna parte y mi papá tampoco. Quiero aclarar hasta el momento que nunca pude ver la denuncia, nadie en Niñez quiso asesorarme, sobre que hay formas legales de ver tales denuncias, todo me resultaba realmente sospechoso”, afirmó Zárate. A raíz de su negativa a permitir la entrevista con sus hijos, en tanto no pudiera acceder a información fehaciente sobre su caso, fue anoticiada de que podría el caso haber tenido el peor desenlace: “Tenían previsto aplicar la ley 13.298 de Guarda de Abrigo sobre mis hijos, una ley que se aplica en última instancia y que a mí me la quisieron poner desde el primer momento. Yo no quería exponer así a mis hijos por una denuncia que no aparecía por ningún lado; parecíamos todos locos, yo tenía que creer en la palabra de gente que me maltrató y nunca me probó nada sobre la verdadera existencia de la denuncia y llevarles a mis hijos sin protestar. Mi hija de 9 años llegó a tener ataques de pánico por la situación, porque tenía miedo que se la llevaran de la escuela”, relató angustiada.
“Después de eso no tuve más que acceder; la justa intervención de la directora de la Escuela 14 a la que asisten mis hijos, permitió que se llevara a cabo una audiencia entre los nenes y el equipo en la que ella misma estuvo presente. Después de todo lo que nos hicieron pasar, lo único que me dijeron es ´los chicos están contentos porque el abuelo les da dos pesos para la escuela´; fue todo ridículo pero también doloroso. Reconozco en esto, la intervención de las concejales Analía Pérez, Valeria Bellizzi y Marta Mangas, que fueron a mi casa y con quienes hablé”, señaló Zárate.
Aunque Evangelina sostuvo que no está “completamente conforme, como madre, con las investigaciones que se están realizando. Yo me presenté en el Concejo Deliberante y me encontré con una gran sorpresa al ver que el marido de la denunciada estaba ahí. Por ética, por respeto, él mimo debería haberse levantado y no participado de las reuniones por el vínculo que lo une a la funcionaria, porque no se puede ser imparcial; yo misma me retiré de esa primera audiencia pese a que los ´menores´ de los que se hablaba, eran los míos”, señaló y agregó que “hubo que pedir repetidamente que el concejal –Saavedra- no presenciara las audiencias, cuando tendrían que haber sido los propios concejales los que deberían ver que no correspondía. Yo todavía no sé quien me denunció a mí”, apuntó.
“La verdad es que aunque no lograron lo que pretendían, pero nos dañaron y nos ensuciaron; siempre queda la duda, hay que explicar todo el tiempo que soy una trabajadora, que voy del hospital a mi casa y de mi casa al hospital, que mis hijos son chicos normales y felices. Se dijeron verdaderas mentiras y el pago es que hoy Bembenga está de vacaciones, sobre Mastellone sólo hay silencio, el concejal Saavedra se enteró de todo lo que se dijo en las audiencias y tampoco se citó a declarar a la señora Cecilia Juárez a quien en agosto de 2010 le entregué una carta denunciando mi caso al intendente y de la que este año me enteré que nunca le llegó. Les estábamos dando alarmas; y mientras tanto cuántas familias sufrieron desde agosto de 2010 a abril de 2011 ¿Alguien nos va a pedir disculpas por este error?”, concluyó la mamá.
http://urbano-echeverria.com.ar/2_3col.php?nota=6210_Una_mujer_vio_peligrar_la_tenencia_de_sus_hijos_por_%E2A%9Cerrores%E2A%9D_en_una_dependencia_municipal____2011-6-3
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