La versión expuesta por el hombre, con el respaldo de la Asociación Jiennense de Madres y Padres por la Custodia Compartida, comienza el pasado 16 de julio. Según él, un separado jiennense que prefirió mantener el anonimato en su testimonio, acudió a la Comisaría de Linares, tal y como está estipulado en el acuerdo judicial, para recoger a su hija, de dos años de edad. Se fue, entonces, de vacaciones con la niña fuera de la provincia, dentro del “periodo de tiempo que le correspondía”, según señalaron desde la asociación que desveló el caso. Ese mismo día, continuando con la versión publicada en JAEN y difundida por el progenitor, la madre de la pequeña habría denunciado a su expareja a la Policía Nacional por llevarse a la niña y no devolverla en el plazo establecido, que “la había secuestrado”, en palabras de Manuel Gámez, portavoz de la Asociación Jiennense de Madres y Padres por la Custodia Compartida.
Incluso, el padre afirmó que se había interpuesto contra él, durante una semana, una orden de busca y captura internacional y que se había acosado a familiares y amigos para tratar de localizarlo. “Como si se tratara de uno de los terroristas de ETA más buscados”, añadió el colectivo en un comunicado. Hasta aquí, una de las historias, la que defiende el padre y la asociación que lo respalda. La otra, muy diferente, la que cuenta la madre, una linarense de 33 años que ha vivido una de las peores experiencias de su vida, no solo por el caso en sí, sino, también, por la difusión de lo que ella considera que son “mentiras”. El comienzo es el mismo: 16 de julio, el padre recoge a su hija en la Comisaría. Sin embargo, desde ese día hasta el 31, la progenitora no tuvo ni una sola noticia de él ni, lo que es mucho peor, de la pequeña. “Usted póngase en la piel de una madre que no sepa nada de su hija, cuando la niña, además, nunca ha dormido con su padre”, explica la progenitora que, para no crear más tensiones, prefiere, al igual que su expareja, mantener el anonimato. “Ni un mensaje, ni nada. Ni una palabra, lo llamaba al móvil y lo tenía desconectado”, afirma, todavía con angustia en la voz. “Se la llevó sin ropa, solo la que tenía puesta, sin nada más”, añade.
permiso. Según la mujer, es totalmente falso que se haya lanzado en algún momento una orden de busca y captura internacional contra su expareja, aunque reconoce que su abogado le recomendó que denunciara la desaparición cada día. También niega el supuesto “acoso” policial que sufrieron los familiares y amigos del varón. “Simplemente, los agentes llamaron por teléfono para tratar de localizarlo, y fueron a casa de sus padres, pero no había nadie”, relata. “Pero él había apagado el móvil, y eso no puede hacerlo”, lamenta la madre.
“Me sorprende la fuerza que tiene esa asociación, a la que él pertenece, para difundir esta historia falsa, no sé con qué fin”, comenta la progenitora.
Al parecer, el padre tiene estipulado que puede ver a su hija en fines de semana alternos y solo hasta las ocho de la tarde, es decir, que no puede dormir con ella. La progenitora se reserva, por lo tanto, el derecho a denunciar estos hechos. “Es un delito, es la sustracción de una menor, aunque él sea su padre”, dice la mujer que, sin embargo, apuesta por el cierre del conflicto cuanto antes. “No quiero que esto se convierta en una guerra. No quiero negarle el derecho que tiene como padre pero, debido a las desavenencias tan grandes que tenemos entre nosotros, todo se debe regir por el acuerdo judicial”, concluye.
http://www.diariojaen.es/index.php/menujaen/25-notlocales/39908-la-madre-cuenta-su-historia
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