Reunión de los lunes
miércoles, 6 de enero de 2010
Hartas de machitos
Amparo Rubiales 05.01.2010
NO sabemos por qué la mitad de la humanidad, que somos las mujeres, tenemos que soportar que algunos hombres, nos sigan diciendo -como han hecho durante siglos- cómo tienen que ser nuestras vidas; decidieron cuál era nuestra función, nos negaron la condición de ciudadanas, el acceso a la educación, a la cultura y al empleo remunerado -que no al trabajo-, nos hicieron objetos de su placer, decidieron que la prostitución estaba bien y la fomentaron porque favorecía sus deseos y no les importó nunca el tremendo sufrimiento de la mayoría de estas mujeres.
Con el transcurso del tiempo, hemos ganado espacio, conseguido derechos que se nos negaban, y pudimos hablar en voz alta de la violencia que muchas soportaban, y, con grandes dificultades, empezar a denunciarla, y cuando logramos que se comprendiera lo que había significado, y que se reaccionara contra ella, incluso con leyes -que es como en las sociedades democráticas hay que reconocer las cosas-, otros hombres empezaron a surgir -obispos, jueces y demás personajes- que con nuevos argumentos volvían a lo mismo: cómo debía ser nuestra vida; si teníamos o no que tener hijos y cuántos había que tener -hasta la supervivencia de Europa dependía de nuestra capacidad reproductiva-, si el aborto además de pecado, era patente de corso para que se nos pudiera maltratar sin problemas (sic), y además ellos dicen cómo tienen que ser las leyes contra la violencia de género; un juez absurdo y cincuenta más se erigen en juzgadores de nuestras vidas, de nuestro esfuerzo de siglos y de nuestras penas, sin más razón que, justamente, la de ser hombres -lo cual parece que les otorga una supuesta legitimidad de origen para decirnos lo que debemos hacer-, y ahora que estamos construyendo nosotras mismas nuestras vidas, conciliándola con ellos, con muchas dificultades, algunos nos la cuestionan, con miles de historias de denuncias falsas, de imaginados síndromes y de variados inventos; se amparan en su pretendida profesionalidad, tan falsa como sus propias vidas; pero ocupan, con profusión, los medios de comunicación, mientras a las mujeres las siguen matando y de sus muertes verdaderas la culpable no es la ley.
No vamos a consentirlo, nos ha costado demasiado llegar hasta aquí para que ahora vengan estos neomachistas a decirnos cómo ha de ser nuestra vida; ya tienen poco que hacer; han sido demasiados años de esfuerzo para olvidarlo; van a denunciarnos y a denigrarnos, como siempre, pero tenemos una ventaja frente a ellos: que sabemos, por experiencia, lo que esto es, y ahora estamos en mejores condiciones de impedirlo.
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2 comentarios:
NO sé porqué la mitad de los españoles, que somos los hombres, tenemos que soportar que algunas pseudomujeres, nos sigan diciendo cómo tienen que ser nuestras vidas (esclavas); decidiendo cuál es nuestra función (pagar y pagar),quitándonos la condición de ciudadanos -que no de trabajadores como mulos-, nos hacen objetos de su placer (media vida buscándoles el punto G, porque se les había perdido), deciden que la prostitución está muy mal y la quieren prohibir... para que ellas puedan ejercerla bajo cuerda cuando les convenga para trepar
Gracias Rodrígo por tu comentario. El debate continua en el foro de la asociación en :
http://custodiapaterna.foroactivo.com/comentarios-a-noticias-f1/hartas-de-machitos-t142.htm
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