Ayer fue un día muy importante en la vida de Lydia Bosch y Alberto Martín. Y es que tras meses de enfrentamiento judicial y mediático, la pareja volvía a verse las caras. Fue durante el juicio de divorcio que se celebró en el juzgado de familia número 3 de Pozuelo de Alarcón, al cual llegaban por separado y con pocos minutos de diferencia.
A la vista, que comenzó a las 11, con una hora de retraso, y se alargó hasta las 15.30 horas del mediodía, además de la ex pareja y sus respectivas abogadas, Susana Moya y Silvia Hinojal acudieron testigos de ambas partes.
Por parte de Bosch su íntima amiga Patricia Cerezo, mujer de Ramón García y dos peritos y por la del arquitecto, tres personas del servicio doméstico que trabajaba en el chalet de La Finca cuando ambos eran aún pareja y otros dos peritos.
La actriz Luisa Martín también acudió a acompañar la actriz de Médico de Familia, serie en la que entablaron una gran amistad.
El juez encargado del caso optó por no llamar a declarar a ninguno de los testigos de las partes, basándose únicamente en las defensas de la ex pareja, cuyo principal caballo de batalla está en quién consigue la custodia de los dos hijos mellizos de siete años nacidos en el matrimonio.
En la vista de ayer se decidía si las medidas provisionales que se adoptaron cuando saltó todo el escándalo de su divorcio y la denuncia por presuntos abusos se mantenían o si, por el contrario, sufrían algún cambio.
La Fiscalía ha emitido su correspondiente informe, cuyos términos son favorables a la actriz ya que cree que lo mejor es que las medidas provisionales que se adoptaron sigan como están. El juez decidió en ellas que la custodia recayera en la madre, la que tiene derecho al uso de la vivienda familiar y a la que el padre de sus dos mellizos debe pagar una pensión alimenticia de 7.500 euros mensuales.
El arquitecto, por otro lado, tenía derecho a tener a los niños fines de semana alternos, las tardes de los miércoles y la mitad de las vacaciones. No obstante, su principal objetivo sería que el juez le otorgue la custodia a él y, aunque este extremo no ha sido confirmado, su defensa podría haber solicitado también una rebaja de la pensión, que ya en el juicio de las medidas provisionales su defensa calificó como desorbitada.
La actriz salió muy sonriente del juicio, algo que muchos han interpretado como una posible sentencia favorable para la actriz, lo que significará que el magistrado terminaría ratificando las medidas cautelares fijadas hace ya un año.
Como todos recordarán, toda esta polémica historia comenzó en abril de 2009 cuando la actriz denunciaba, para sorpresa de propios y extraños, al que había sido su marido por un presunto caso de abusos a una menor.
Se espera que en diez días se haga pública la sentencia y termine, al fin, uno de los capítulos más escabrosos en la vida de la actriz, que vuelve al trabajo de la mano de la serie ‘Águila Roja’, una de las mayor éxito de la televisión.
http://mujer.terra.es/muj/corazon/articulo/fiscalia-lydia-bosch-44917.htm
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