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lunes, 20 de septiembre de 2010

La violencia contra los niños

Por Hilda Pupo S. / hildita@ahora.cu / Domingo, 19 de Septiembre de 2010
Es difícil calcular como los padres peleaban con sus hijos en la prehistoria. Tal vez el cromañón recriminó a su vástago, porque cuando arrastró el mamut muerto y ensució, con un rastro de sangre, el piso de la cueva; o quizá dejó sin conocimiento al hermano, cuando discutió con él y le dio un mazazo en la cabeza.
Dejémoslo a la inventiva de cada quien, en definitiva es solo un ejercicio de imaginación. Lo cierto es que el maltrato infantil no es peculiar de la sociedad moderna; es un acontecimiento tan antiguo como la humanidad misma modificado de acuerdo con las circunstancias y elevado a problema social a la altura de la última mitad del siglo pasado.
La violencia contra los niños y no solo me refiero a la física, sino a la verbal, tiene como principal consecuencia dañina la sicológica y ofrece una visión distorsionada de la realidad.
Las malas formas empleadas por un padre, incluidos improperios de todos tipos, cuando intentaba enseñarle a montar bicicleta a su hijo de unos 10 años, me sugirió esta reflexión y enseguida me cuestioné ¿Tendrá este progenitor idea de cuánto daño le ocasiona al menor con su postura tan descompuesta?
Partamos del mal menor y pensar que él lo hizo sin malas intenciones ni conciencia de su obra, pero si en medio de su mal genio lo descalifica con términos muy duros, le va sustrayendo parte a su seguridad, en una hora imprescindible para aprender una experiencia nueva, y de verdad se cree que es un inútil y la más bruta de todas las personas.
No hay derecho alguno para tratar un niño así. Lo lastimamos, le herimos su autoestima, le denigramos y formarle ese escándalo en un lugar público lo abochorna. Se hace con las falsas teorías de que los padres merecen respeto a priori por ser quienes son y los hijos son de su entera propiedad.
Según estudiosos del tema se trata de un problema en cadena. Los padres reaccionan así, porque sus progenitores no fueron distintos con ellos y acumularon esa frustración y, por supuesto, esos pequeños maltratados no serán diferentes con sus descendientes y el mal se transmite de generación en generación.
En este caso particular, hay una cuestión muy cierta: Dudo de que ese niño aprenda a montar bicicleta con esas maneras.
http://www.ahora.cu/columnistas/pagina-8/4295-la-violencia-contra-los-ninos-.html

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