Octubre 4, 2009
Señor Lorente, vuelve usted a recurrir al embuste, a falsear la realidad “con intención de crear alarma social” para intentar ocultar el rotundo fracaso de la denominada Ley Integral de violencia de género.
En sus declaraciones al periódico asturiano “La Nueva España”, ha tenido usted la ocurrencia (¿no le da a usted vergüenza, ha perdido usted su capacidad de sonrojo?) de afirmar que “hay 400.000 hombres que están maltratando a mujeres en España actualmente”…
Señor Lorente, ¿Por qué falta usted reiteradamente a la verdad? ¿Por qué oculta que también ha habido en España hombres/varones muertos en el último año?
¿Por qué usted y su gobierno no informan de que una de cada tres personas adultas muertas en el ámbito familiar es un hombre?.
Señor Delegado del Gobierno para la “violencia de género” ¿Por qué ocultan ustedes a la opinión pública que el 62,% de los hombres denunciados por su “pareja”, han sido absueltos o se ha archivado la denuncia? (¡Ojo, datos del Consejo General del Poder Judicial!)
Señor Lorente, se le ha olvidado decir que desde julio del 2005 a diciembre del 2008 fueron condenados por maltrato 95.284 hombres (el 37,17% de los casos) de los cuales un elevado porcentaje lo fueron mediante “sentencias de conformidad” (logradas con amenazas y coacciones entre otras cosas) y también en un elevado número de casos, tras procesos absolutamente arbitrarios, en los que se conculca diariamente el derecho constitucional a la presunción de inocencia, y en los que –además- se priva a los acusados de su derecho a la “tutela judicial efectiva” (artículo 24 de la Constitución Española de 1978) que entre otras cosas supone que el acusado tiene derecho a un “juez imparcial”, a un juicio justo, con todas las garantías previstas en las leyes procesales, y a que se le permita presentar todas las pruebas que considere oportunas para la defensa de sus intereses.
También, en la mayoría de los casos, se aplica la jurisprudencia del Tribunal Supremo, según la cual en casos tales como de los que venimos hablando, basta con la versión de la supuesta víctima, a la que siempre se le dará mayor credibilidad.
Luego, también están las directrices que los fiscales (por aquello de la “obediencia debida”) siguen al pie de la letra de pedir por sistema la condena para el supuesto maltratador… Da igual como se desarrolle el juicio… y si no es suficiente, siempre quedará el socorrido recurso de considerar que “el acusado tiene todo el perfil de ser un controlador, celoso, y la mujer síntomas claros de mujer maltratada…” para lo cual se recurrirá a la inestimable colaboración de Psicólogos y Psicólogas de género.
Señor Lorente Acosta, permítame que le diga que lo suyo es una cuestión obsesiva, casi patológica, me refiero a su “fundamentalismo de género; es rara la vez que no incurre usted en expresiones generalizadoras absolutamente injustas, rara es la ocasión en que no mete a todos los varones en el mismo saco, da igual el lugar donde vivan, da igual el momento histórico de que se trate, da igual su extracción social, su formación.
Señor Lorente, no para usted de insistir (de veras que ya aburre…) que los varones somos la causa de todos los males habidos desde que el mundo es mundo, y todos los males que puedan estar por llegar.
Según se desprende de sus libros e intervenciones públicas, los hombres somos seres egoístas, perversos, sin sentimientos de clase alguna (¡¡¡Qué malos somos los hombres por el simple hecho de haber nacido con pene…!!!) No se priva usted de decir una y otra vez, cosas tan sensatas como que los hombres no saben hacer otra cosa que abusar de las mujeres, sojuzgarlas, discriminarlas, … Lo suyo es una relectura del Génesis Bíblico, una forma de “creacionismo laico-progre de género”, absolutamente disparatado.
En la nueva versión del Génesis Bíblico, de la que usted es una propagandista entusiasta, la raza humana ha sido expulsada del paraíso debido -solamente- a los pecados del hombre, no los de la mujer.
En su fábula feminista, los varones son los únicos responsables de lo negativo, mientras que las mujeres representan todo lo positivo. Este planteamiento está presente una y otra vez en toda la doctrina feminista, de la que usted se manifiesta partidaria acérrima y fiel creyente, dando a entender sin tapujos, que la mujer es superior moralmente al hombre.
Permítame igualmente, que le formule otra pregunta: ¿Su padre, su abuelo, usted mismo, sus ancestros también participaron en esa conspiración perversa, egoísta de la que usted no pierde ocasión de pontificar (eso sí, “laicamente” al estilo del tele-predicador Al Gore y su matraca apocalíptica respecto del “calentamiento global”…) para que el mundo en que vivimos sólo sea maravilloso para los varones, obviando totalmente las necesidades y los intereses de las mujeres, o por el contrario estaban hechos de otra “pasta”?
Su disparatado discurso “feminazi”, o si le gusta más “hembrista”, “androfóbico”, “misándrico”, es una suma de disparates, un “totum revolutum”, e incluso cabría hablar llanamente de charlatanería, como en el caso de la astrología u otras pseudo-ciencias.
Por supuesto, a cualquiera que se le ocurra hacer objeciones a la ortodoxia que usted predica, de la que usted es una entusiasta publicista, corre el riesgo de ser tildado de enemigo de la causa de las mujeres, de machismo, de misógina, de cómplice del patriarcado, “neomachistas”,etc.
Sr. Lorente, usted es de los que afirman -como dogma de fe- que las mujeres están “sojuzgadas, oprimidas, marginadas, etc.”, que hay una verdadera conspiración de lo que denominan “clase hegemónica del patriarcado masculino, heterosexual, capitalista e imperialista” contra todas las personas de su sexo. Y también suele afirmar que las mujeres no tienen apenas acceso a las instituciones, que no se les permite tener capacidad de decisión, que no se las respeta, etc.
Pero, ¿Todo ello es realmente cierto? La consigna feminista de que la “mujer española, europea, occidental” es una “víctima” impotente es una idea absolutamente absurda, un insulto a la inteligencia, que se ha ido imponiendo con machaconería, acabando por instalarse como un axioma que nadie se atreve a cuestionar.
Por ponerle algunos ejemplos:
- Las mujeres españolas viven, en general siete años más que los hombres. Controlan de “facto” más del 80% de las rentas familiares y son ya más del 60% en la universidad. Las mujeres tienen alrededor del 55% de los votos en cualquiera del las elecciones que se convocan en España, motivo por el cual difícilmente pueden “los feministas”, como usted, afirmar que están siendo dejadas de lado en el proceso de toma de decisiones políticas…
- Las mujeres tienen ganado anticipadamente, de manera sistemática cualquier contencioso referido a custodias de menores tras el divorcio. Las muertes ocurridas por accidentes laborales afectan escasamente a las mujeres (un 6% únicamente, el otro 94% es cosa de hombres)
- Sólo en el 35% de los crímenes violentos las víctimas son mujeres; pese a ello, el Parlamento (especialmente presionado por gente respecto de la que usted se siente afín) ha legislado una normativa especial para castigar “la violencia contra las mujeres” como si ésta fuera un crimen más horrendo que el de “la violencia contra los hombres”.
Llegándose incluso al disparate de que nuestro Código Penal castigue más severamente a un hombre que a una mujer, cuando ambos comenten el mismo delito (esto es lo que se conoce como “Derecho Penal de Autor”, a la manera de la Alemania Nazi…)
- De los 25 empleos peor considerados, teniendo en cuenta factores como salario, stress, seguridad y esfuerzo físico, 24 de ellos son predominantemente, si no son casi en su totalidad, masculinos. Evidentemente ésta es una de las explicaciones de por qué los varones suelen ser más propensos a suicidarse (80%).
Señor Lorente, si se observa con las gafas apropiadas la realidad tal cual es, y no la caricatura, la imagen distorsionada que usted nos presenta desde su fundamentalismo/extremismo feminista, y todos aquellos a quienes han logrado manipular, se logra ver una situación completamente diferente: Las mujeres españolas, occidentales, constituyen el grupo social con mayores privilegios de la historia de la humanidad, ostentando (o ¿tal vez detentando?) una capacidad de influencia, un grado de poder, de bienestar, y salud nunca antes conocidos,…
La visión del mundo creada por el feminismo contemporáneo, y de la cual usted es un fiel creyente, tiene mucho en común con la de un ilusionista, que crea un escenario impresionante, que sólo es perceptible desde una determinado ángulo, y siempre y cuando todos los intentos de un estudio crítico sean abortados.
Uno de los mayores logros de apologistas, como usted, de esta nueva religión progre, es que los hombres han ido interiorizando que es un gran pecado, una barbaridad, “atacar a las mujeres”, incluso si esas mismas mujeres adoptan un discurso disparatado y delirante en su afán de atacar de forma virulenta a los hombres.
Ni que decir tiene que el mayor fraude de esta “ideología” que usted divulga cual fanática predicadora, es proclamar que la agenda propuesta por las feministas, se realiza en verdad para beneficio de las mujeres. Si el feminismo fuera sinceramente liberador, promovería relaciones armoniosas entre ambos sexos y fortalecería la familia; sin embargo, la agenda feminista, al hacer lo contrario, perjudica a la mayoría de las mujeres, y por descontado a los hombres.
Como resultado de una eficaz propaganda (todo hay que decirlo) divulgando falsedades y medias verdades, la gente de buena voluntad, la gente “educada” ha ido aceptando todo el discurso demencial del feminismo sin hacer apenas cuestionamientos.
Y ya para finalizar, cambiando de tópico y dogma: Si fuera realmente cierto que las mujeres estuvieran recibiendo, pongo por caso, 59 céntimos de euro (o cualquier otro número que usted elija) por cada euro que el hombre gana, por realizar el mismo trabajo y con el mismo nivel de habilidad-cualificación, entonces posiblemente ningún negocio sería rentable ni productivo si emplearan a algún hombre… (El Sr. Rodríguez Zapatero afirmó en su discurso de investidura, como candidato a la presidencia del gobierno de España, que su gobierno emprendería acciones para acabar con la discriminación salarial de las mujeres).
Señor Lorente Acosta, lo reto a usted a que demuestre un caso de discriminación –a una mujer- en su salario por razón de su sexo. Será recompensado con 6.000 euros.
(Ni que decir tiene, que ya que vivimos en un “estado de derecho”, deberá usted presentar un documento de algún juzgado de lo social o semejante…)
Como le decía: ¡Qué malos somos los hombres, por el simple hecho de haber nacido con pene!
Carlos Aurelio Caldito Aunión. / Presidente de CCPMI (Custodia Compartida, Padres y Madres en Igualdad) / DNI 8779278 -V
http://www.diariodelasierra.es/2009/10/04/cartas-al-director-carta-abierta-y-publica-al-senor-delegado-del-gobierno-para-la-violencia-de-genero%E2%80%9D/
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