«La juventud es saludable, leal, colaboradora y confía en sus padres»
07.10.09 - PEPA GARCÍA MURCIA
Javier Urra (Estella, 1957), psicólogo forense, pedagogo, terapeuta y ex Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid es un experto en infancia y adolescencia, y desde su atalaya de profesional experimentado lanza un mensaje de optimismo. «Nos ha sorprendido que la mayoría de los adolescentes entrevistados (de 4.000) mantienen una relación estupenda con sus padres y tienen gran confianza», explica y añade que «en 30 años, los medios de comunicación siempre me preguntan por cosas negativas». El año pasado publicó ¿Qué ocultan nuestros hijos? (La Esfera de los Libros, 2008), un estudio que ha retratado a «una generación de jóvenes saludables, con gran sentido de lealtad a sus amigos, colaboradora y la más preparada que hemos tenido nunca», detalla Urra. «Son muy felices con sus padres, los octavos del mundo», celebra entre juicio y juicio y añade: «Tenemos una imagen muy distorsionada de los jóvenes».
-Pero, si el estudio es tan positivo, ¿por qué hay problemas en las aulas?
-El 99% de los chicos estudian bien, el problema es que ahora la enseñanza es obligatoria hasta los 16 y hay auténticos objetores escolares, que se dedican a desafiar la autoridad de los profesores y a molestar. Antes, estos chicos a los 13 o 14 años salían del colegio para ser aprendices.
-Hasta qué punto los padres tienen derecho a saber qué ocultan sus hijos o deben respetar su parcela de intimidad.
-Los padres tienen derecho a saber lo más posible y los chicos a callar su propia intimidad, pero el estudio nos ha demostrado que no existen grandes ocultaciones. Tampoco es bueno ser totalmente transparentes, pero sí tener la puerta abierta a la comunicación.
-¿Cómo hacer que fluya la comunicación paternofilial?
-Es esencial contarles cómo eramos cuando éramos jóvenes; reunirnos con los abuelos y que les digan cómo eramos de niños. Eso no nos hace perder autoridad; hace que nos encuentren más próximos. También es importante que conozcan a nuestros amigos, para así poder invitar a los suyos a casa y conocerlos. La educación exige confianza en el adolescente, aunque es imprescindible saber con quién va y dónde, qué grado de responsabilidad tiene y qué consume. Esto no siempre es posible, porque hijos que están en casa como en un hostal, comparten poco con los padres; pero también hay padres que aprenden mucho de sus hijos con una relación fluida. Lo más importante es el tono. Hay que decirles, y tampoco hace falta repetírselo muchas veces, 'estoy aquí, te adoro, habrá días que no nos entendamos, pero cuando te falle todo, estaremos aquí para lo que necesites'. Eso permite una gran porosidad en la relación entre padres e hijos. Y muchos padres de hoy lo consiguen.
-Qué callan los adolescentes.
-La primera relación sexual se la suelen contar a un amigo o su orientación sexual, en el caso de jóvenes gays; y lo que piensan de la relación entre sus padres y sus abuelos. Pero lo bonito también es qué callan los padres. ¿Qué ocultan nuestros hijos? es una radiografía preciosa de la sociedad actual.
-¿Cuáles son los principales problemas para la juventud de hoy?
-Hay dos básicos, la excesiva ingesta de alcohol ya a los 14 años; y las separaciones mal llevadas. Luego, quizá haya padres que se dejan chantajear, que quieren comprar el cariño de sus hijos, la sobreprotección, vivir en unas ciudades muy duras y con pocas actividades para ellos, y el miedo a dejar a los niños solos, con lo que están muy metidos en los hogares.
-¿Por qué beben tanto?
-Porque beben los mayores, porque no hay cines de barrio y falta una red social que les proponga actividades: scout, música para ellos, teatro infantil y juvenil... Beben porque el botellón es su lugar de encuentro y porque se desinhiben y es una forma desresponsabilizarse.
-Y, en el caso de las separaciones...
-Hay que enseñar a los adultos que se dejan de querer que no hay que machacar al otro. Pero no tiene fácil solución, habría que inventar otro sistema para evitar la lucha, que empieza por el piso y el coche y continúa por no respetar el régimen de visitas.
-Cuáles son las principales agresiones que sufren los niños.
-La mayoría son muy queridos, pero también sufren mucho desprecio e incoherencia: reciben el mensaje de 'te quiero, pero no me quites tiempo', casi como si sobraran. Luego, sobre todo en bebés, hay maltratos inimaginables, aunque son casos muy puntuables. Y, en la mayoría de los casos, el maltrato es psíquico. Luego también hay muchos chicos que agreden a sus padres. En 2008 se presentaron 8.000 denuncias, 1.000 más que en 2007, síntoma inequívoco de que lo estamos haciendo muy mal. A un niño, aunque tenga 4 años, no se le puede dejar que sea soberbio y que el mundo gire a su alrededor -cuestión esta que aborda Urra en El pequeño dictador, que se ha convertido en un éxito editorial porque los padres quieren saber cómo actuar, aclara-. Un niño que se conforma bien, será un adulto responsable, porque los adultos somos lo que nos queda de niños.
http://www.laverdad.es/murcia/20091007/sociedad_murcia/juventud-saludable-leal-colaboradora-20091007.html
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