Achero Mañas encontró a su pequeña protagonista, Lucía Fernández, el gran descubrimiento del filme, tras un casting con 300 niñas. :: EL CORREO
El autor de 'El Bola' rompe ocho años de silencio con 'Todo lo que tú quieras', la crónica del amor de un padre por su hija
- Sí. Y por un hecho fundamental: la mujer ya no juega el mismo papel en la sociedad que antes. Ha salido y está en el mercado laboral. La sociedad la ha reclamado por necesidad, en este sistema era muy difícil que la familia se mantuviera con una sola persona trabajando. Ellas han luchado por sus derechos y el hombre se ha encontrado con el pastel, en una nueva situación a la que se ha tenido que adaptar. Participa en algo que por tradición le era ajeno. Y ha sido traumático. De todas formas, los más perjudicados siempre son los niños, porque no los están criando los padres biológicos, sus referentes afectivos son otras personas.
- Hemos visto muchas historias de 'superwoman' que asumen la carga laboral y familiar, pero no tantas de padres que hagan lo mismo.
- La liberación de la mujer ha sido una falacia; han tenido que trabajar, cuidar a los niños y hacer la casa, asumir todos los papeles. El personaje de Juan Diego Botto tiene que convertirse hasta física, idealmente, en la madre. Ellos empiezan a experimentar en carne propia lo que ellas padecían. Este es un homenaje a los padres que quieren tanto a sus hijos como sus madres.
- Reivindica a los padres que siempre salen perdiendo en las separaciones cuando se decide la custodia de los hijos.
- No es una denuncia, es una realidad. Una realidad nada feminista, sino machista. Que las mujeres tengan que seguir preocupándose de los hijos, volver a cargarlas con todo porque los jueces lo dictan así, es machista. Hay hombres que reclaman hacer ese papel, reivindican el mismo derecho que la madre.
- ¿Hay que darle a los hijos 'todo lo que ellos quieran'?
- No, nunca hay que darle a un niño todo lo que quiera. En la película muestro una circunstancia especial.
- Es padre de dos niñas de quince años y diez meses. ¿Se siente autorizado a dar discursos sobre la paternidad o le siguen asaltando los mismos miedos que al salir del paritorio?
- Mira. Yo fui padre con 28 años. Y una amiga me dijo entonces que no me preocupara, porque nunca lo iba a hacer bien. Tenía razón. Nunca es como pensabas que iba a ser. Jamás serás el padre ni el hijo perfecto. Hay que despreocuparse y hacerlo lo mejor posible.
- A partir de esta película vamos a ver a Juan Diego Botto con otros ojos como actor.
- Espero que sí. Es una persona maravillosa y un trabajador entregado. Lo ha dado todo para facilitarle la labor a la niña protagonista. Hay que ser muy generoso, no sólo profesionalmente sino en la vida, para hacerlo. Imprime al personaje dignidad y clase. Está en un momento de madurez cojonudo, ya no es el niño Juan Diego.
Pánico a los aviones
- ¿Cuesta ahora levantar más una película que hace diez años?
- Con 'El Bola' no luché por el dinero. Yo pensaba que la trayectoria jugaba un papel fundamental para encontrar financiación, pero ha sido empezar de cero. Hoy está todo mucho más complicado para el conjunto de la sociedad. Esta crisis es real, aunque llega un momento en que hay que pasar de ella y hacer cosas. Paradójicamente, cuando más difícil está todo, resulta que ninguna cinematografía europea tiene tanta repercusión internacional como la nuestra. Ningún país tiene a Almodóvar, Coixet, Alberto Iglesias, Penélope Cruz, Javier Bardem, Fresnadillo... En otra disciplina la sociedad estaría volcada. Es algo que me produce desazón y tristeza.
- Esta no es la película que se esperaba de Achero Mañas, pero tampoco 'Noviembre' lo era.
- No sé si tomarlo como un piropo o como una crítica. Todos los directores se reinventan en cada película. Salvando las distancias, mira Stanley Kubrick: 'Senderos de gloria', '2001', 'El resplandor'... Son completamente diferentes. Sería muy aburrido hacer siempre la misma. Yo cuento historias e intento encontrar la mejor manera de contarlas. De hecho, si me pongo a pensar, 'Todo lo que tú quieras' puede verse como una mezcla de las dos anteriores. Hay un protagonista que se sale de las reglas, como Oscar Jaenada en 'Noviembre', y una historia clásica como en 'El Bola'.
- ¿Un bombazo como 'El Bola' llegó a pesarle?
- No lo sé. Hubo unanimidad, y eso pasa pocas veces. Fue bueno para mí y mi carrera. Nunca he tenido que escapar de 'El Bola'. Cuando cuentas historias arriesgadas, lo más normal es que haya gente que se identifique con ellas. Para contar lo mismo que han contado otros...
- ¿Y eso de que ha superado su fobia a volar?
- Tenía pánico a los aviones. Con 'El Bola' me invitaron a un montón de festivales internacionales y no fui a ningún lado. Me dije que tenía que tomar cartas en el asunto. Así que me matriculé en una academia de pilotos. No me presenté a los exámenes teóricos, pero tengo 50 ó 60 horas de vuelo. Sólo lo hice para superar el miedo. Ahora vuelo mucho más tranquilo.
http://www.hoy.es/v/20100903/sociedad/siempre-madre-custodia-hijos-20100903.html
Achero Mañas Director de cine
«Fui padre con 28 años, y ya entonces me dijeron que no me preocupara, porque nunca lo iba a hacer bien»
Achero Mañas (Madrid, 1966) no ha tenido mono de dirigir en estos últimos ocho años. Se mudó a Nueva York, estudió filosofía, superó su miedo a volar, se separó, tuvo una segunda hija y vivió la muerte de su padre, el dramaturgo Alfredo Mañas. 'Todo lo que tú quieras', su tercer largometraje tras 'El Bola' y 'Noviembre', bebe de su experiencia como padre aunque, matiza, «no es autobiográfico». Un soberbio Juan Diego Botto encarna a un abogado que, tras la muerte repentina de su mujer, tiene que convertirse en papá y mamá de una hija de cuatro años. Llegará al extremo de travestirse en su esposa para que la niña no sufra. Antes de viajar al Festival de Toronto, Mañas presenta hoy en Bilbao su filme más arriesgado y emotivo. A los cines llega el 10 de septiembre.
- Demuestra que la familia actual es un concepto amplio y en transformación. - Sí. Y por un hecho fundamental: la mujer ya no juega el mismo papel en la sociedad que antes. Ha salido y está en el mercado laboral. La sociedad la ha reclamado por necesidad, en este sistema era muy difícil que la familia se mantuviera con una sola persona trabajando. Ellas han luchado por sus derechos y el hombre se ha encontrado con el pastel, en una nueva situación a la que se ha tenido que adaptar. Participa en algo que por tradición le era ajeno. Y ha sido traumático. De todas formas, los más perjudicados siempre son los niños, porque no los están criando los padres biológicos, sus referentes afectivos son otras personas.
- Hemos visto muchas historias de 'superwoman' que asumen la carga laboral y familiar, pero no tantas de padres que hagan lo mismo.
- La liberación de la mujer ha sido una falacia; han tenido que trabajar, cuidar a los niños y hacer la casa, asumir todos los papeles. El personaje de Juan Diego Botto tiene que convertirse hasta física, idealmente, en la madre. Ellos empiezan a experimentar en carne propia lo que ellas padecían. Este es un homenaje a los padres que quieren tanto a sus hijos como sus madres.
- Reivindica a los padres que siempre salen perdiendo en las separaciones cuando se decide la custodia de los hijos.
- No es una denuncia, es una realidad. Una realidad nada feminista, sino machista. Que las mujeres tengan que seguir preocupándose de los hijos, volver a cargarlas con todo porque los jueces lo dictan así, es machista. Hay hombres que reclaman hacer ese papel, reivindican el mismo derecho que la madre.
- ¿Hay que darle a los hijos 'todo lo que ellos quieran'?
- No, nunca hay que darle a un niño todo lo que quiera. En la película muestro una circunstancia especial.
- Es padre de dos niñas de quince años y diez meses. ¿Se siente autorizado a dar discursos sobre la paternidad o le siguen asaltando los mismos miedos que al salir del paritorio?
- Mira. Yo fui padre con 28 años. Y una amiga me dijo entonces que no me preocupara, porque nunca lo iba a hacer bien. Tenía razón. Nunca es como pensabas que iba a ser. Jamás serás el padre ni el hijo perfecto. Hay que despreocuparse y hacerlo lo mejor posible.
- A partir de esta película vamos a ver a Juan Diego Botto con otros ojos como actor.
- Espero que sí. Es una persona maravillosa y un trabajador entregado. Lo ha dado todo para facilitarle la labor a la niña protagonista. Hay que ser muy generoso, no sólo profesionalmente sino en la vida, para hacerlo. Imprime al personaje dignidad y clase. Está en un momento de madurez cojonudo, ya no es el niño Juan Diego.
Pánico a los aviones
- ¿Cuesta ahora levantar más una película que hace diez años?
- Con 'El Bola' no luché por el dinero. Yo pensaba que la trayectoria jugaba un papel fundamental para encontrar financiación, pero ha sido empezar de cero. Hoy está todo mucho más complicado para el conjunto de la sociedad. Esta crisis es real, aunque llega un momento en que hay que pasar de ella y hacer cosas. Paradójicamente, cuando más difícil está todo, resulta que ninguna cinematografía europea tiene tanta repercusión internacional como la nuestra. Ningún país tiene a Almodóvar, Coixet, Alberto Iglesias, Penélope Cruz, Javier Bardem, Fresnadillo... En otra disciplina la sociedad estaría volcada. Es algo que me produce desazón y tristeza.
- Esta no es la película que se esperaba de Achero Mañas, pero tampoco 'Noviembre' lo era.
- No sé si tomarlo como un piropo o como una crítica. Todos los directores se reinventan en cada película. Salvando las distancias, mira Stanley Kubrick: 'Senderos de gloria', '2001', 'El resplandor'... Son completamente diferentes. Sería muy aburrido hacer siempre la misma. Yo cuento historias e intento encontrar la mejor manera de contarlas. De hecho, si me pongo a pensar, 'Todo lo que tú quieras' puede verse como una mezcla de las dos anteriores. Hay un protagonista que se sale de las reglas, como Oscar Jaenada en 'Noviembre', y una historia clásica como en 'El Bola'.
- ¿Un bombazo como 'El Bola' llegó a pesarle?
- No lo sé. Hubo unanimidad, y eso pasa pocas veces. Fue bueno para mí y mi carrera. Nunca he tenido que escapar de 'El Bola'. Cuando cuentas historias arriesgadas, lo más normal es que haya gente que se identifique con ellas. Para contar lo mismo que han contado otros...
- ¿Y eso de que ha superado su fobia a volar?
- Tenía pánico a los aviones. Con 'El Bola' me invitaron a un montón de festivales internacionales y no fui a ningún lado. Me dije que tenía que tomar cartas en el asunto. Así que me matriculé en una academia de pilotos. No me presenté a los exámenes teóricos, pero tengo 50 ó 60 horas de vuelo. Sólo lo hice para superar el miedo. Ahora vuelo mucho más tranquilo.
http://www.hoy.es/v/20100903/sociedad/siempre-madre-custodia-hijos-20100903.html
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