13/11/2010 Ella me dijo: Te voy a joder la vida por no quererte casar. Soy el segundo al que le hacen esto. Su marido también fue a la cárcel. Tiene experiencia", aseguró ayer en el Juzgado de lo Penal número 6 el argelino B. Z., para el que la Fiscalía pide más de diez años de prisión por un delito de malos tratos habituales y cuatro de lesiones en el ámbito doméstico. Está preso en Zuera, tiene una condena por violencia de género y otra por dos episodios de lesiones, sostiene que las denuncias son falsas y se considera víctima de un ardid de su expareja, con la que terminó por no casarse tras un noviazgo de cinco meses al que siguió una tormentosa convivencia de cuatro más.
Ella, por su parte, narró entre sollozos a preguntas de la Fiscalía y de su abogada varias supuestas
agresiones --en ninguna hay parte de lesiones-- y mostró, en el turno de las defensas --Javier Notivoli y
Carmen Cifuentes--, lagunas sobre aspectos como a quién telefoneó al poco de ser detenido B. Z., al tiempo que aportaba novedades como la insinuación de que el acusado era consumidor y traficante de droga.
CARGOS Las defensas pidieron la absolución de B. Z. y de J. M. S. C., jefe del primero y que se sentó en el banquillo tras acusarlo la denunciante de haberle apaleado junto con este para forzarla a retirar una denuncia.
La Fiscalía retiró los cargos contra el segundo y las dos acusaciones de coacciones para el argelino.
Una médico ratificó que cuando la atendió en su casa, en julio del año pasado, la mujer le aseguró, tras
preguntárselo ella por señas, que le habían pegado y que quería salir de allí, aunque finalmente --tras
amenazarle el acusado, declaró-- no lo hizo. El imputado sostiene que esa mañana, tras una noche de fiesta,
ella se cayó porque estaba ebria.
Los testimonios sobre otros episodios no resultaron coincidentes. Ella afirmó que su exnovio llegó a pagar
"bastantes billetes" a un imán de la mezquita de Oliver para que la convenciera de que debía retirar la
denuncia que le había puesto el día anterior, extremo que el religioso negó; como rechazó también que
hubiera acompañado a la pareja al día siguiente al juzgado.
B. Z. aseguró que en la mezquita llegaron al acuerdo de que la mujer retiraría la denuncia "si me casaba con
ella". El imán, por su parte, dijo que su intención era "unirlos con hilo blanco". Y del móvil de ella salió un sms para un amigo: "Esta todo arreglado. Vamos a hacer el halal".
La funcionaria que atendió en el juzgado a la mujer aseguró que no percibió que estuviera coaccionada,
aunque sí confirmó que, al finalizar su comparecencia, entró en la sala B. Z. y la pareja se puso a hablar en
árabe. En esa fecha, él tenía vigente una orden de alejamiento.
Al día siguiente, la mujer regresó al juzgado e interpuso de nuevo la denuncia que inició el procedimiento que
llevó a la vista oral celebrada ayer.
http://www.elperiodicodearagon.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario