Sólo el 3% de los gallegos separados obtiene la custodia de sus hijos$1Los que se quedan al cuidado de los pequeños aseguran que la guarda compartida es el mejor sistema
"Los padres separados están en desigualdad. Hay a quien no le dejan ver las notas de clase o incluso no le dicen cuándo se opera su hijo"
Antonio Díaz Piñeiro. / eduardo vicente
Los niños se quedan con la madre en nueve de cada diez casos de divorcio que se producen en Galicia. Por ello, los padres critican que la sociedad e incluso los jueces inclinen siempre la balanza hacia el sexo femenino. Pese a no ser más que el 3%, los gallegos que tienen la custodia de sus hijos se muestran satisfechos aunque reconocen que "hay que hacer malabares para atender la casa, el trabajo y a los niños". Dos padres que se encargan las 24 horas del día de sus hijos cuentan cómo afrontan esta situación todavía poco habitual.ANA RAMIL
A CORUÑA A. R
A CORUÑA A la hora del divorcio, los padres siempre llevan las de perder. Apenas un 3% de los gallegos que se separan logra la custodia de sus hijos, algo que los afectados achacan a "una inercia cultural de la sociedad" y a que hasta hace una década la ley "obligaba a que los menores de 7 años se quedasen con la madre". Los pocos que pueden presumir de ejercer de padres las 24 horas del día -y no sólo unas tardes o los fines de semana como la mayoría de separados- reconocen que ésta no es la solución y abogan por la custodia compartida como el mejor sistema para los pequeños.
En pleno siglo XXI, cuando el juez determina que es el padre quien debe cuidar a los niños es porque hay algo de fuerza mayor que impide que esta tarea recaiga en la progenitora. Es el caso del coruñés Abel Lamas, vecino de Santiago, que desde hace nueve años tiene la custodia de sus tres hijos. "Al principio se la dieron a mi ex mujer pero después por problemas médicos no era capaz de encargarse de los pequeños", sostiene. Lo mismo ocurre con Francisco, de A Guarda -que da un nombre ficticio por miedo a represalias de su ex-, quien tras demostrar que todas las denuncias de su esposa por presuntos malos tratos y abusos sexuales a su hija eran falsas, logró que un juzgado le quitase la custodia a la madre "que estaba poniendo a la niña en mi contra".
Hacerse cargo de un día para otro de sus hijos en solitario cambió la vida de estos dos gallegos. "Cuando me divorcié el pequeño apenas tenía dos años y el mayor unos ocho. Tienes que hacer juegos de malabares para poder atender todo", asegura Abel, quien reconoce que en su caso ser empleado de la Administración le ha facilitado las cosas. "Tengo las tardes libres y por eso fue más asequible encargarme de ellos. Sólo tuve que buscar un colegio donde se pudieran quedar a comer", sostiene. Para este coruñés, ser padre custodio es "igual de complicado que ser madre, simplemente se invierten los papeles". Es cuestión de organización. Siempre con la agenda en la mano para ajustar fechas, los pequeños visitan a la madre durante los fines de semana o por las tardes.
Pero la situación se complica cuando la relación entre los progenitores no es cordial y el régimen de visitas no es el habitual. Francisco tiene que ver cómo su hija hace más de 100 kilómetros diarios de miércoles a viernes desde A Guarda hasta Pontevedra para ver a su madre. "La niña está siempre cansada, no puede hacer los deberes ni ir a actividades como el resto de sus amigas", sostiene este padre, quien denuncia otros "fallos judiciales" como la hora de entrega de la pequeña. "La sentencia establecía que la niña tenía que estar a las 14.00 horas en Pontevedra pero a esa hora sale del colegio. Por no llevarla a tiempo mi mujer me denunció y le dieron la razón", añade. Este padre custodio, autónomo de profesión, reconoce que no podría llevar esta vida sin la ayuda de su familia.
Abel y Francisco son dos excepciones. "Al principio suscitaba cierta sorpresa porque hay una expectativa social de dejar a los niños siempre con la madre que incluso hace que las que toman otra decisión sean mal vistas", señala Abel.
Ni para unos ni para otros. La mayoría de gallegos divorciados creen que la custodia compartida es el mejor sistema porque hombre y mujer se separan, pero no por ello dejan de ser padres.
Califica de "miserable" la nueva ley del divorcio y asegura que un mal uso de la normativa contra la violencia de género perjudica a muchos padres divorciados. El presidente de la Asociación Gallega de Padres y Madres Separados, Antonio Díaz tiene claro que "todavía queda mucho por hacer" para que los varones reciban un trato igualitario a las mujeres cuando firman los papeles de la separación.
-Llevan años solicitando la custodia compartida pero todavía es algo excepcional ¿por qué no se aplica en más casos?
-Hay varios factores. En primer lugar está la actual ley del divorcio que establece que si el fiscal ofrece un informe desfavorable para este tipo de custodia, el juez no podrá concederla. Algo que es claramente un atropello a la Constitución porque limita las funciones de los magistrados. Además, tampoco se puede dar si hay un proceso de violencia de género en curso.
-¿Se abusa de las denuncias de maltrato falsas por este motivo?
-Por supuesto. La ley de violencia de género es utilizada por algunas mujeres como un garrote contra los hombres. Hay que tener en cuenta que cuando se dicta una orden de alejamiento no sólo es sobre la ex sino también sobre los hijos.
-La custodia compartida es una demanda de los padres, ¿o la mayoría de las madres también la apoyan?
-Es evidente que lo ideal es que el padre y la madre sigan responsabilizándose de sus hijos por igual pero no siempre es así. Es curioso que muchas mujeres buscan la igualdad y demandan que el hombre se implique en el cuidado de los niños o las tareas de casa y cuando se divorcian quieren hacerlo todo ellas y no aceptan la custodia compartida. Lo ideal sería que los padres antepongan sus diferencias al interés de los niños porque para que se conceda esta custodia debe haber una relación cordial entre padre y madre.
-Los padres custodio son una minoría, régimenes de visita que no se cumplen... ¿todavía queda mucho por hacer para lograr la igualdad entre hombres y mujeres en el divorcio?
-Por supuesto. Yo mismo necesité cuatro años para que en el colegio me diesen las notas de mis hijos y ahora mismo hay un padre cuya hija se va a operar y desde el hospital le niegan el derecho a saber el día o la hora porque no tiene la custodia. Hay que avanzar mucho para que se respete que los padres, aunque se hayan separado, tienen unos deberes morales y legales con sus hijos. Nosotros reclamamos más programas de mediación para fomentar que el proceso de separación se realice con la menor confrontación posible.
http://www.laopinioncoruna.es/sociedad/2010/03/19/divorciados-padres-24-horas-antonio-diaz-pineiro-durante-divorcio-abusa-denuncias-falsas-maltrato/368111.html
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