TRIBUNA ABIERTA
ESTE fin de semana se ha celebrado en Valencia el V encuentro de Mujeres España-África al que no se invitó al Presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, con el argumento de que se trataba de un acto de mujeres. Una descortesía hacia el presidente de la tierra que acogía el evento y que bien merecía ser el encargado de dar la bienvenida a las ilustres invitadas. Si el objetivo es avanzar hacia la no discriminación esto constituye una discriminación en sí misma.
Lo curioso del tema es que no se invitó al Presidente de todos los valencianos a dar la bienvenida por ser varón, pero sí se invitó a la clausura al Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que también lo es y que en su discurso hizo una clara defensa de su implicación personal en la lucha contra la discriminación de la mujer y que a lo largo de su trayectoria se ha mostrado como un firme defensor de la ideología de género en su versión más radical. La teoría del «feminismo de género» se basa en una interpretación neo-marxista de la historia. Para los defensores de la «nueva perspectiva»como Zapatero, no se deben hacer distinciones porque cualquier diferencia es sospechosa, mala, ofensiva.
Afirman que cualquier diferencia entre hombre y mujer es construcción social y por consiguiente tiene que ser cambiada, abogan por la elección personal del género; más aún, relativizan la noción de sexo de tal manera que, según ellos, no existirían dos sexos, sino más bien muchas orientaciones sexuales, sin considerar las naturales diferencias entre ambos sexos. Consideran el matrimonio como un conflicto en lugar de un proyecto de vida común, la maternidad como una limitación en lugar de un acto de amor y generosidad y el aborto como un derecho. ¿Les suena? Las sucesivas leyes que los gobiernos de Zapatero han ido impulsando a través de su ministerio de Igualdad me llevan a pensar que España está siendo campo de ensayo de esta ideología en su versión más radical.
Pese a todo, está visto que en el PSC es difícil predicar con el ejemplo. Mientras Zapatero predica el feminismo radical, en su partido hermano, el PSC, campa el machismo rampante. Miguel Ángel Martín, gerente del Instituto Metropolitano del Taxi, ha sido confirmado en su cargo y con excesivo sueldo, después de ofender gravemente a Mónica Terribas, directora de TV3, por su condición de mujer y porque con gran profesionalidad supo poner en evidencia las carencias del presidente de la Generalitat. Pese a la gran polémica y el apoyo mostrado por algunos sectores a la periodista, no he oído alzar la voz a ninguna de las diputadas feministas. Ya se sabe, una cosa es sembrar y otra, dar trigo.
http://www.abc.es/20100330/catalunya-catalunya/descortesia-genero-20100330.html
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