Josefina Benítez durante la rueda de prensa ayer en el centro de mediación. / miguel ángel gonzález
Viernes, 23 de marzo 2010.
El centro de mediación y punto de encuentro familiar de la asociación Promedia Mediante celebra su sexto aniversario. Con motivo de esta efeméride, la directora del servicio, Josefina Benítez, hizo un pequeño balance y resaltó que desde que se abrieran las puertas en 2004 han conseguido atender al año a unos 300 niños y adultos, "al principio atendíamos a cinco o seis casos al mes, ahora llegamos a los 12". Con un equipo de ocho profesionales (entre los que hay dos voluntarios) el centro ofrece una alternativa para que los niños no sufran ningún trastorno en el proceso de la separación de los progenitores u orden de alejamiento. Pero el aumento en los últimos meses está provocado por la crisis, "parece mentira, pero sí, la situación económica está provocando situaciones extremas en las familias y la conflictividad ha aumentado", destacó Benítez, quien añadió que los motivos son "que al estar en paro, los padres pasan más tiempo juntos de lo normal y hay más roces". El dinero también puede sumarse a esta lista, ya que "la presión de no llegar a fin de mes puede influir en el comportamiento familiar", apuntó la directora del centro. A pesar de que el punto de encuentro es lo más demandando en la asociación, Benítez también resaltó el aumento de solicitudes para el servicio de orientación familiar, especialmente a familias que se están separando y no saben cómo abordar el problema con los hijos, al igual que el perfil de padres con hijos en la etapa de la adolescencia.
La mayoría de los solicitantes del servicio son mujeres (en un 70 por ciento) y cabe resaltar además, que en cuanto al perfil ha cambiado la edad de las parejas que piden ayuda al centro, puesto que ahora en un 70 por ciento corresponde a ex parejas de hecho entre los 25 y 36 años; lo que destaca que un 30 por ciento es de familias separadas o divorciadas. Los abuelos también se han convertido en usuarios de Promedia Mediante, ya que estos familiares piden ayuda al centro al tener dificultad para relacionarse con sus nietos. Una de las usuarias que se corresponde con este último perfil declaró ayer que "aquí voy a estar hasta que mi nieto tenga 18 años, porque si no fuera por el centro no podría verlo por problemas con mi nuera". Ahora, tras pedir un régimen de visitas al juez, esta señora puede estar con el pequeño dos sábados al mes.
Los objetivos con los que nace la asociación es luchar por los derechos de los menores a través del acuerdo entre las partes en conflicto sobre el régimen de visitas, y reducir el número de denuncias y procedimientos. "Los padres son los que deciden separarse, los niños no, y ellos no tienen porqué tener una loza a sus espaldas cuando sus progenitores deciden cambiar de vida", declaró Benítez. De esta forma, el centro se convierte en una especie de ludoteca para los más pequeños, ya que en estas instancias se produce la entrega y recogida del menor. Por ejemplo, el padre llega 15 minutos antes de la hora del régimen de visitas y espera al pequeño en una de las salas del centro, la madre llega con el niño a su hora y pasados otros 15 minutos, el padre con su hijo pueden salir de la asociación. "Con esto evitamos situaciones de estrés y de enfrentamientos entre los padres", apuntó la directora. Otra de las usuarias del centro señaló que su experiencia "es totalmente positiva. El padre de mi hijo aprovechaba esos momentos para increparme, insultarme y todo delante del pequeño", y añadió que "yo pedí el punto de encuentro y después de cinco años estoy viendo una salida a mi situación". Actualmente, el hijo de esta mujer sigue en tratamiento psicológico, "aunque está mucho más centrado. Si no fuera por la asociación no sé hasta dónde habría llegado la situación con el padre del pequeño". La directora del centro también resaltó los casos en los que la tutela es de los padres y no de las madres. El porcentaje es muy pequeño, pero hay familias que viven esta situación. Uno de los padres usuario del centro destacó que "me separé de mi mujer porque tenía una actitud muy agresiva con mi hija pequeña. Los profesionales de la asociación realizan un trabajo magnífico, pero mi ex mujer es un fracaso en el procedimiento. Pero lo cierto es que con el punto de encuentro el crío es el que menos sufre y por eso luchamos todos".
http://www.diariodejerez.es/article/jerez/683508/la/crisis/dispara/los/divorcios/y/los/servicios/mediacion/familiar.html
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