El drama que la casta política, esa que ha aprobado una ley que establece delitos de autor (algo no visto desde la Alemania nazi en que se castigaba a igual delito con distinta pena dependiendo de si el infractor era judío o no), no quiere ver. Y es que parece que les cuesta aceptar lo obvio: que la violencia no es patrimonio de un sexo, una raza, una estatura o un color de pelo, sino de personas. Y que a mismo delito, igual pena.
Según explicó José Ignacio a El Confidencial, su ex mujer lo anuló durante años. Y el daño no fue sólo psicológico, sino también físico. Lo abofeteó y arañó durante su matrimonio cada vez que se le antojaba. La gente le preguntaba, pero él, por vergüenza, aseguraba que todo se debía a “la fogosidad” de su esposa. “¿Crees que alguien va a creer que alguien que pesa 50 kilos puede pegar a un tío de más de 100?”, le preguntaba su mujer de forma burlesca, según narra el afectado. Ella, que responde a las siglas A.L.M., es la madre de sus dos hijos gemelos.
http://www.diariodelasierra.es/2010/04/26/hombres-maltratados-y-a-veces-asesinados/
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