02.04.10 - 00:24 - CARLOS BENITO
Hasta ahora. A lo largo de los últimos meses y, sobre todo, de la última semana, Jesús Neira se ha visto despojado de ese brillo casi trascendente que -entre otras secuelas menos deseables- le dejó su intervención. A ojos de muchos, se ha convertido más bien en un villano. Para empezar, ya no es sólo un profesor universitario, sino también el presidente del Consejo Asesor del Observatorio contra la Violencia de Género de Madrid. La propia Esperanza Aguirre le ofreció formar parte de este organismo cuando aún convalecía de la paliza y el profesor, con un pasado de militancia en el Partido Socialista Popular de Tierno Galván, ha quedado ubicado en la órbita del PP. Ya no se le ve como el espontáneo que saltó al ruedo para defender a una joven desvalida, sino como un opinador politizado que se expresa con vehemencia en los medios de comunicación: eso, sin duda, influye de algún modo en la controversia suscitada por sus recientes palabras y obras. La polémica tiene dos ramas. Por un lado, Jesús Neira manifestó su deseo de llevar un arma a raíz de la salida de la cárcel de su agresor, Antonio Puerta, que obtuvo la libertad provisional en febrero. Este lunes, los periodistas preguntaron al profesor si realmente ha solicitado la licencia, y él respondió que «es una libertad que tiene cualquier español». Ante la insistencia de los reporteros, zanjó el tema con brusquedad: «Vamos a ver, estoy en mi derecho y ejerzo mis derechos. ¿No vendrá usted a decirme qué derechos tengo que ejercer o no?». Más complejo es el debate sobre 'España sin democracia', el libro que acaba de publicar, en el que se refiere a la elaboración de la Constitución como una «anormalidad antidemocrática» y la compara con «un apaño, un arreglo entre las partes», además de hablar de «la idiotez de una Constitución de consenso» y afirmar que «el sustrato de violencia y terror» forma parte de las «entrañas mismas del socialismo». En cuanto se ha superado el miedo a arremeter contra un intocable, al profesor le han llovido las críticas. El icono se ha hecho añicos.
La secretaria de Políticas de Igualdad del Partido Socialista de Madrid, Carmen Toledano, llegó a achacar sus «graves afirmaciones» a «una grave confusión mental y una falta de respeto a los más elementales principios democráticos» y le pidió que dimitiese de su cargo. La delegada del Gobierno en Madrid, Amparo Valcarce, compartió «absolutamente» la «reflexión» de su compañera de partido, tachó las opiniones de Neira de «como mínimo, inquietantes» y se sorprendió ante la «inusual» petición de una licencia de armas. Las reacciones más duras han venido de algunos colectivos de mujeres: Altamira Gonzalo, presidenta de la asociación de juristas Themis, aprecia en Neira una forma de pensar «no ya de derechas o de izquierdas, sino bastante machista, como cuando llamó 'cucaracha' a la mujer a quien salvó la vida», y ha recalcado que «el hecho de que tuviera una reacción buena no quiere decir que sea la persona idónea» para el puesto que ocupa.
La defensa ha venido del Partido Popular. «Cuestionar algunos aspectos de la Constitución no es anticonstitucional», ha recordado Esperanza Aguirre. Pero también ha puntualizado que, a juzgar por lo leído en la prensa, ella no comparte las ideas expresadas en el libro. ¿Y el propio Neira qué dice? El martes se reafirmó «una, mil y diez mil veces» en todo lo escrito, acusó al PSOE de cometer «barbaridades y asesinatos» a lo largo de su historia y volvió a demostrar que los héroes, en cuanto se apaga el aplauso universal, vuelven a su condición de seres humanos con los que se puede estar en desacuerdo.
http://www.eldiariomontanes.es/v/20100402/sociedad/destacados/heroe-imperfecto-20100402.html
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